La Diputación de Huelva, a través del Área de Cooperación Internacional, ha posibilitado la rehabilitación y dotación de botiquines en zonas rurales de la localidad de San Cristóbal, en la República Dominicana, dentro de un proyecto de cooperación indirecta promovido por Farmacéuticos Sin Fronteras (FSF) y desarrollado por la Asociación Padre Usera de Villa Altagracia –una asociación formada íntegramente por voluntarios-.
En concreto se trata de cuatro botiquines que se encuentran en las comunidades de Los Castaños, El Algarrobo, El Aguacero y El Caobal, alejadas de farmacias y centros de salud, y que se han construido sobre terrenos que fueron cedidos por la Asociación Padre Usera para que se pudieran poner en marcha los dispensarios. El proyecto ha permitido la rehabilitación de estos botiquines –que tenían la techumbre, puertas y ventanas de madera que estaban carcomidos- y se han dotando de material básico como sillas, una mesa, una camilla, estanterías para colocar los medicamentos y materiales para primera asistencia y seguimiento de determinadas enfermedades, como la hipertensión o la diabetes.
Las promotoras de los botiquines son mujeres de las localidades en que se ubican los mismos, por lo que están disponibles las 24 horas para poder despachar las medicinas. Igualmente, por su relación de proximidad con la población, en caso de escasa movilidad de los pacientes se desplazan hasta las casas para tomar la tensión o hacer las curas. Todas ellas reciben formación periódicamente por parte de la organización. Además, a esas formaciones pueden asistir también otras personas de las comunidades para que haya más personal formado en caso de que sea necesario que otra promotora se haga cargo del botiquín.
Las medicinas se despachan en los botiquines en un doble régimen: bajo receta médica para determinados medicamentos y sin receta para medicinas de uso común tales como analgésicos o vitaminas infantiles. El precio de venta de las mismas es aproximadamente un 15% más bajo que en las farmacias oficiales. De las cantidades obtenidas con las ventas se gratifica a las promotoras con un 12% de las mismas.
Las medicinas que se van despachando se apuntan en un listado para que sean repuestas por la asociación, que las adquiere a proveedores a precios para mayoristas. Normalmente la reposición se hace una vez al mes salvo que se agote algún producto en cuyo caso se realiza una reposición de urgencia.
Los controles de los niveles de hipertensión y diabetes que se realizan periódicamente a la población con estos problemas se van registrando para cada persona, llevando así un control de la evolución de los mismos y recomendando a las personas que registren niveles alarmantes que visiten el centro de salud.
