José Ignacio Wert, ministro de Educación, dice que va a garantizar que cualquier niño catalán pueda estudiar en español, lo que no está mal siempre que lo haga respetando la lógica inmersión lingüística de cualquier territorio con lengua propia. Él sabe que ése es un asunto espinoso y que necesariamente tendrá que ser pactado con las autoridades catalanas porque para el gobierno del principado, y para buena parte de la sociedad catalana, es un tema casi tabú. Pero una frase como la pronunciada por el ministro sobre el derecho a la educación en castellano en todas las partes del Estado, entra en conflicto con la idea de que quizás, al menos en la enseñanza superior, estudiar se vaya a convertir en algo más difícil de lo que lo ha sido hasta el presente.
Si bien es cierto que el ministro dice que la subida de tasas universitarias no afecta a los ciudadanos con rentas más bajas ya que éstos seguirán sin pagar nada, sí es verdad que pasar del 15% al 25% por ciento en esas tasas supone una subida real del 50% de lo que ya se está pagando hasta ahora y eso, en muchas economías medias pueda ser un gran esfuerzo, máxime en unos momentos de grave crisis económica. El ministro, al reconocer que muchos de los alumnos que ingresan en la universidad con una nota de 6 abandonan en el primer año, sugiere que la forma de acceso podría ser endurecida, lo mismo que se hace con las tasas. Además, también admite que es más fácil cerrar un aeropuerto que una universidad, lo que nos hace sospechar una tentación de clausura de universidades, y piensa, además, que hay que resolver el problema de que la universidad tenga “mucha autonomía y poca rendición de cuentas”. No sé si el ministro propone que la universidad entregue parte de su autonomía al Estado y si ese traspaso debe ser a los entes autonómicos o al gobierno central. Sobre lo que el ministro no se pronuncia es en cuanto al número superior a 50 alumnos para mantener determinadas titulaciones en las universidades o si se debería observar cierta proporcionalidad entre el tamaño de cada centro y ese suelo en el número de alumnos, porque a nadie se le puede esconder que no es lo mismo alcanzar 50 alumnos en la Complutense de Madrid que hacerlo en la Universidad de Huelva o en otras aun más pequeñas.
Huelva, ciudad generalmente conformista con su suerte, experimentó una cierta revolución social con la reivindicación de su universidad. La ciudad se paralizó entera y llevó a la práctica la manifestación más grande de su historia, por lo que no creo que vaya a estar dispuesta a que sus facultades sean tocadas. Las medidas racionalizadoras de la economía del gobierno Rajoy, sensatas por lo general, podrían ser peligrosas en cuanto a la universidad y podrían desembocar, queriéndolo o no, en un cierto elitismo social y territorial tanto indeseables como intolerables. El gobierno debe andarse con cuidado en medidas como estas que atañen al futuro de las nuevas generaciones y que por lo tanto pueden suscitar una unanimidad en la queja más generalizada de lo que haya podido prever porque profesores y alumnos están de acuerdo en que este no es el camino a seguir.
3 comentarios en «EL LABERINTO
Universidad para todos
[Javier Berrio]»
En la problemática de la subsistencia de las Universidades, en estos momentos se plantean dos cuestiones esenciales.
A} A saber: 1º) ¿con qué medios económicos cuenta el Estado (admón. Central le llaman ahora) y las CC.AA. (que tienen transferidas las competencias de Educación)para atender a las necesidades de todas las Universidades?; 2º) ¿La implantación de las diversas Universidades, responden a una localización lógica y por lo tanto sostenible?; 3º)¿ El tamaño de estas Universidades corresponde a la densidad de población estudiantil en cada una matriculada?; 4º)¿Deberá primar el modelo de Mega-Universidad semi vacía al de Universidad Especializada (Medicina, Biológicas, Farmacia,Químicas,Derecho, Arquitectura, Ingenierías, Económicas y Empresariales, Humanidades, etc.) como antaño dieron fama a Salamanca, Santiago, Complutense o Granada?…
B} Los gastos fijos por conceptos como: Mantenimiento y Seguros, Suministros de servicios (Agua, Luz, Telefonía), Personal Administrativo, Personal Docente, Dotaciones por Laboratorios, Bibliotecas, Equipos de Ofimática, Material Consumible, etc. ¿guardan proporción con el número de alumnos matriculados y por lo tanto garantizan la continuidad en el tiempo de todas las Universidades Españolas?. Los derechos por matriculación, ¿actualmente cubren siquiera el 70%? ¿Queda algo para investigación?…
Estas son algunas de las premisas que debemos tener en cuenta para hacer sostenible nuestro sistema Universitario.
¿Saben los estudiantes universitarios y sus respectivas asociaciones de lo que se está planteando? porque nivel de estudios se les supone.
Lo que no tiene sentido es que existan titulaciones de todo tipo en todas las capitales de provincia. No es ni eficiente economicamente ni tiene sentido alguno. No entiendo la escuela superior de ingeniros de Huelva, así como tampoco entiendo que haya otra en Algeciras, Badajoz, etc. Con esto se consiguen titulaciones de perfil bajo, el que dan por cierto sus docentes. No puede haber eminentes catedráticos en todos los campos en todas las ciudades, creo que es fácil de entender. Basta ya de vender humo y de ese falso «choquerismo» que echo muy en falta en otros ámbitos de la sociedad.
«Las medidas racionalizadoras de la economía del gobierno Rajoy, sensatas por lo general, podrían ser peligrosas en cuanto a la universidad y podrían desembocar, queriéndolo o no, en un cierto elitismo social y territorial tanto indeseables como intolerables.» El elitismo social sólo cuando nos tocan las Universidad de Huelva, no? Cuando afectan a los docentes de primaria y secundaria, a los centros educativos y los servicios más basicos de la sanidad pública entonces no hablamos ni de elitismo social ni territorial. Sólo de medidas sensatas. Anda por favor!!! El polulismo onubense ya no está de moda. Ni Rodri lo va a poder seguir utilizando, pues ha vendido todo lo que era onubense por naturaleza como el Recre o Aguas de Huelva, ni quien quiera seguir aprovenchando el onubensismo para sacar tajada. A ver si de una vez nos enteramos. La universidad de Huelva es un pilar muy imporante de nuestra sociedad, como lo son otros , como una buena calidad educativa a todos los niveles, un acceso de calidad a los servicios más básicos y elementales de nuestros hospitales públicos o que nuestros abuelitos y dependientes estén bien atendidos. Estos son pilares básicos de una sociedad moderna, justa y equilibrada. No empecemos la crítica ni por arriba, ni por lo que nos conviene. Ojalá saquemos a la calle lo que saco Huelva para reclamar la Universidad de Huelva, pero ademas de para pedir su no desaparicion, que lo dudo, aunque la calidad quedrá a la altura de un pepino, sino también para todo lo que nos va afectar los recortes en materias educativas, sanitarias o de dependencia a los onubenses.