(Texto:Rafa Mora) El CD San Roque de Lepe no está atravesando por su mejor época en sus más de 50 años de historia, ya que lo que parecía que iba a ser el inicio de una gran etapa con la llegada del capital inglés y con la venta del club, se ha convertido en los últimos meses en un auténtico mar de dudas en cuanto al futuro deportivo y económico de la entidad y a un oscurantismo impropio de un club de Segunda división B.
Ya en el pasado mercado invernal, los nuevos propietarios del San Roque de Lepe, decidieron prescindir de hasta seis futbolistas debido a su elevado coste económico, con el pretexto de que una vez que se aligerase la plantilla y por consiguiente los gastos deportivos de la entidad, el club vería mermado su potencial deportivo (ya que estaba en puestos de ascenso a Segunda y con claras posibilidades de dar el salto de categoría) pero no así el económico, ya que los problemas de impago desaparecerían.
Pero el paso de las semanas ha venido a demostrar que el proyecto deportivo de los nuevos dueños ingleses del San Roque de Lepe se resquebraja día a día, ya que este 1 de mayo, la entidad adeuda al cuerpo técnico y plantilla dos mensualidades, por lo que las promesas realizadas a finales de enero, están siendo incumplidas por la directiva aurinegra y el horizonte del club, no ya esta temporada, que está libre de cualquier posibilidad de descenso, sino el de la próxima temporada está completamente en el aire y con futbolistas que no piensan ni escuchar a la directiva ante una posible renovación ni al entrenador Luis García Tevenet, que con contrato en vigor un año más, está deseando marcharse para probar fortuna en otro equipo con más garantías deportivas y económicas.
Y todo ello con un San Roque de Lepe, séptimo a falta de dos jornadas y con posibilidades aún para clasificarse para la primera ronda de la Copa del Rey para la próxima temporada.