El Ayuntamiento de Almonte ha redactado con el apoyo de los institutos de la localidad -La Ribera y Doñana- el convenio de colaboración “Pigmalión”, un proyecto de prevención e intervención dirigido a alumnos en grave riesgo de abandono escolar o absentismo, así como a aquellos con graves problemas de convivencia, respeto y baja autoestima. La iniciativa tiene el visto bueno de la inspección y está a la espera de la firma oficial de las partes implicadas. Para su puesta en práctica, se trabajará desde distintas vertientes: social representada por el Ayuntamiento, académica por medio de los IES, familiar a través de las AMPAS, y el alumnado.
El propósito es diseñar estrategias e infraestructuras que permitan el desarrollo e integración de actividades dentro del entorno escolar. Están dirigidas a alumnos que presentan una falta absoluta de motivación e interés hacia los estudios, quizás originada por la carencia o el desfase académico. Por otro lado, a educandos con una situación sociocultural desfavorecida, con unos factores psicológicos muy definidos como la agresividad temprana, rebeldía, bajo nivel de autocontrol y que son expulsados por su conducta antiacadémica.
Los objetivos generales pasan por modificar la situación de riesgo de los alumnos, fomentar la adquisición de valores, favorecer el desarrollo personal, aportar estrategias que potencien sus capacidades e impulsar la autoestima. Se entiende el absentismo escolar como un fenómeno que señala la frontera entre la correcta o incorrecta inserción personal, social y -más tarde- laboral. Sería un indicador de muchas otras carencias afectivas, familiares, morales, culturales, etc. Finalmente, una situación de riesgo extremo ante conductas asociadas a la delincuencia y la drogadicción.
El convenio se basa en el respeto al principio de autonomía pedagógica que reconoce la normativa vigente a los centros educativos. Los IES se comprometen al desarrollo del programa dirigido a alumnos con baja autoestima académica, así como al pensado para los expulsados del centro. Del mismo modo, se han configurado competencias y responsabilidades para el Ayuntamiento, familias y alumnado. Finalmente, se plantea la necesidad de establecer una coordinación eficaz de las actividades y las personas implicadas en el proyecto, para asegurar su éxito.