En esta sociedad globalizada y generalizada son precisamente los detalles los que marcan y hacen que dirijamos la atención hacia aspectos personales o locales que, por otra parte, describe muy bien la realidad. De ahí que en las últimas semanas dos anécdotas hayan marcado la realidad de la sociedad española. Son hechos aislados que pasan de anécdota a categoría por lo que sugieren y representan.

Concretamente me refiero al asunto de la cacería real de elefantes en época de crisis, que por inoportuna e inadecuada ha eclipsado la auténtica noticia que era la caída del Rey, la rotura de su cadera y su posterior intervención quirúrgica. Nada ha importado que sepamos que se trataba de corresponder y agradecer a quién nos ha adjudicado el mayor contrato de obra pública internacional en el nunca antes ha participado una empresa española. La foto de la cacería (de 2.006) se hizo presente y la indignación, que no conoce ni de tiempos ni de espacios, ocupó las primeras páginas de la actualidad. El perdón real posterior ha actuado como péndulo de la situación, convirtiendo en ejemplarizante por inusual la petición de disculpas: “lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir”.

Mientras todo esto pasaba las izquierdas en Andalucía apuraban las horas de un pacto que acabará en coalición. Y en éstas, zas. El líder de IU en Andalucía se cortaba con el cuchillo del jamón. Toda una metáfora de la situación andaluza. Y es que es cierto que IU tiene la sartén por el mango en la negociación y que son la llave de la continuidad del gobierno boqueante de Griñán. Pero esa posición de superioridad se puede volver contra IU si no sabe gobernar. Y las consecuencias pueden ser el corte o la amputación, en el peor de los casos. Por suerte para Diego Valderas todo se ha saldado con un corte profundo que ha necesitado de puntos de sutura e inmovilización.

Y la anécdota que pasa a categoría está en el corte, y no en el jamón. Ahora Valderas tiene que hacer posible que se visualice la acción de gobierno de su coalición. No conocemos el resultado final de la negociación, pero el comienzo ha sido todo un corte en el dedo. Mientras todos esperábamos que IU visualizara su poder con la Presidencia del Parlamento, los de Valderas han dado un paso al lado permitiendo que sea el PSOE el que ocupe tamaño sillón.

Lo que se oye es que IU quiere la Vicepresidencia y consejería de Gobernación que daría a la coalición de izquierdas la cabecera de las delegaciones provinciales, con lo que el poder de IU se haría muy patente en las provincias. Junto a esto se señalan consejería como Agricultura o Medio Ambiente por su componente rural.

E incluso hay quién va más allá y apunta a un “gobierno trasversal” donde IU integre a cuadros de su formación en todas las Consejería a nivel de consejeros, viceconsejeros, secretarios generales o directores generales. No sé si Griñán va a permitir este gazpacho gobernante que parece proponer Valderas. Todo se sabrá en breve, por lo que tiempo al tiempo.

Mientras este futuro llega y se hace presente, Valderas puede mirarse la mano y comprobar que al cortar hay que tener cuidado, no vaya a ser que además de cortar jamón se lleve por delante parte de sí.

PD1: Valderas será el único Consejero onubense en el nuevo y futuro Consejo de Gobierno andaluz. Parece ser que Díaz Trillo y su pandilla del cambio climático dejarán de pisar moqueta. Una lástima o una suerte, según se vea.