El Colegio Oficial de Médicos de Huelva ha remitido a HuelvaYa un comunicado en el que se resume la postura de este colectivo ante las medidas de ajuste que la Junta de Andalucía va a aplicar.
En primer lugar, el Colegio asegura que los médicos «pensamos que es evidente que bajo la finalidad aparente del ahorro público lo que verdaderamente existe es la firme decisión de acabar con el modelo actual de nuestro Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA), para sustituirlo por el mezquino modelo europeo, en el que los Gobiernos lavan su conciencia aportando una financiación, nada proporcionada a las necesidades reales de la población, para que organizaciones con evidente ánimo de lucro se enriquezcan ofertando a la sociedad atendida por ellas esquilmadas carteras de servicios que en nada se parecen a las actuales».
Asimismo, en el comunicado que indica que «a nadie mínimamente inteligente se le escapa que cuando esto se consiga, cosa que desgraciadamente ocurrirá si nuestros gobernantes mantienen su línea de conducta, el resultado lo va a pagar la sociedad andaluza, que carecerá a partir de ese momento de los recursos que necesita para que su Salud se vea atendida de la forma adecuada, correcta y necesaria. Una simple mirada al exterior aclara las dudas: la escuálida financiación pública, aminorada por la intermediación de los proveedores de la asistencia, exigirá que, en un momento dado, sea la ciudadanía la que aporte financiación de sus propios bolsillos personales, al imponérsele límites en la oferta asistencial».
Los médicos tienen claro que «el derecho a una Sanidad que sea Pública, Universal, Gratuita y de Calidad no es un regalo que graciosamente nuestros gobernantes nos hayan dado y que puedan arrebatarnos veleidosamente en función de sus caprichos. Es un derecho que la sociedad andaluza ha conquistado con años de trabajo y lucha, y que considera imprescindible. Que nadie crea que se le va a poder robar impunemente».
Además, anuncian que este colectivo se va a movilizar porque «los trabajadores del SSPA en general y, de entre ellos, quienes ejercemos la Medicina en particular, no vamos a permitir que esta expropiación que se pretende se realice sin luchar por evitarlo. No vamos a tolerar la ceguera conveniente de nuestros gobernantes, que han renunciado una vez más no sólo a sus promesas y programas electorales sino, fundamentalmente, a todo aquello que histórica e ideológicamente ha constituido su propia identidad política. Ellos son, obviamente, libres para decidir su conducta, pero con ello asumen indefectiblemente la responsabilidad de cargar con las consecuencias de sus actos».
«No estamos dispuestos a soportar las amputaciones económicas salvajes que se nos pretenden aplicar sin mostrar en toda su dureza, firmeza e intensidad tanto nuestra indignación ccmo nuestra oposición», continúa el comunicado en su punto quinto, en el que también se indica que. «tenemos claro que los destinatarios de nuestras actuaciones van a ser los gobernantes que sufrimos, que nada han hecho por defender a la sociedad de la que son responsables de los atropellos que la afligen. En modo alguno una sociedad, de la cual formamos íntima parte como profesionales que tenemos el deber de velar por su Salud, y que sufre uniformemente las consecuencias de la inoperancia culpable de nuestros gestores públicos debe pagar las consecuencias de esta política suicida. Nuestro compromiso con la ciudadanía, con nuestros pacientes, sigue firmemente establecido, como vínculo indestructible que ningún irresponsable político podrá vulnerar».
Los médicos muestran su «absoluto rechazo al comportamiento de autocomplacencia hipócrita de nuestras autoridades, que en vez de proceder a realizar los ajustes sobre lo superfluo lo hacen sobre lo imprescindible. Exigimos que la presión reductora se aplique a las estructuras de gestión, abusiva e innecesariamente hipertrofiadas, para asegurar así la supervivencia de las estructuras asistenciales, pilar básico de nuestro Sistema Sanitario».
Por último, advierten que «los ceses de profesionales sólo servirán para hacer más frágiles y vulnerables nuestras ya raquíticas plantillas. No los vamos a tolerar, y lucharemos contra ellos con toda la fuerza a nuestro alcance, convocando a la oposición activa a quienes ejercen la profesión, sin excepciones».
Por todo ello, «solicitamos a los poderes públicos de Andalucía, a nuestros gobernantes, que replanteen sus medidas, reorientándolas en la dirección correcta, que no es sino el servicio real y efectivo a los intereses legítimos de la sociedad andaluza. No hay otro objetivo más noble para un gobernante que se precie».