Caos en Girona. Desastre defensivo y de configuración
defensiva. Tengo claro que Sergi comenzó a construir el equipo desde la posesión sin tener en cuenta que su plantilla no tiene las condiciones necesarias como para tener una posesión en cada partido del 70 %. Lo dijo claro Sergi tras el partido y coincido con su frase: ‘Si no tenemos el balón somos un equipo muerto’.
Cierto es. Este Recreativo si quiere defender lo tiene que hacer desde la posesión
o cambiar radicalmente el esquema para apostar por el 4-4-2. Este Recreativo no
tiene en medio campo jugadores con capacidad de sacrificio que puedan hacer de
esa virtud un recuperar de balones de manera continua. El equipo no sabe replegar
cuándo el rival monta la contra. Este equipo defiende muy mal a balón parado.
Por seguir, podría seguir enumerando defectos que hacen del Recreativo el rival
más vulnerable de la categoría a la hora de defender. Los números no engañan.
Fuera de Huelva ha encajado 11 goles en los tres últimos partidos. Podemos
consolarnos con los partidos en casa. Pero esto puede romperse en cualquier
momento y podría pasar el domingo ante un rival fuerte que tendrá más posesión
que el Recreativo.
Ante el Girona, el Recreativo pudo haber recibido una goleada histórica. Hablar de un 8-2 no habría sido una sorpresa, dado que se les presentaron a los gerundenses innumerables ocasiones para haber ridiculizado al Decano.
No quisiera culpar a nadie en concreto de la severa derrota, porque no es cuestión de señalar a los laterales como parte importante en la derrota, dado que considero que cuando un equipo gana, ganan todos y cuando pierden, todos son responsables.
Mucho debe mejorar el equipo en el sistema de contención, del cual intuyo que poco ha hecho el técnico por hacer del Recreativo un equipo fuerte defensivamente hablando. El técnico del Girona dio una lección magistral de cómo hay que hacer daño cuando se saca un córner. Los bloqueos sirvieron para hacer dos goles. Esto ni por asomo lo vemos en las jugadas de
ataque a balón parado cuando el Recre es el protagonista.
Una victoria clara y contundente del Girona con un arbitraje excelente que digno es destacar en este mundo en el que los árbitros salen siempre apaleados. Vicandi Garrido rozó la perfección y esto bueno es destacarlo.
Y cambiando de asunto. Usando este editorial como una sugerencia, sigo haciéndole al club algunas. Son insisto sugerencias y no críticas. Y lo hago por el bien de la entidad que repercute en el bien del recreativismo y la unión del mismo.
Ya dije y me manifesté que cobrar en un partido de benjamines o infantiles dañan al Decano. Y también dije que la ausencia del entrenador y de los jugadores en las tertulias radiofónicas y televisivas, dañan a la entidad. Pues bien, para rizar el rizo y para que el Recreativo siga
abriendo brecha entre la prensa y la masa social con el club, ahora resulta que hay una nueva orden que prohíbe a los entrenadores de la cantera hacer declaraciones a los medios de comunicación.
No quiero ni pensar la que se puede liar si los resultados no acompañan al Recre. Y digo esto porque el club no está en condiciones ahora mismo de pedir ayuda en horas de dificultad, ni a las peñas, ni a los clubes de la ciudad y provincia, ni a la prensa… Mi abuelo era sabio y decía que si no siembras no recoge. El Recre no está sembrado y cada medida que lanza
abre brechas desde distintas vertientes.