Como cada martes, los sindicatos más representativos en la sanidad pública onubense -CSI-F, Sindicato Médico, SATSE, USAE, CCOO y UGT- se han vuelto a concentrar en los hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena y en los centros de Atención Primaria de la capital para mostrar su rechazo a los planes de recorte que están suponiendo la pérdida de puestos de trabajo al dejar de realizarse contrataciones y la merma de la calidad asistencial al paciente.
En esta ocasión, los sindicatos se han unido en una jornada de luto para escenificar la muerte de la sanidad pública. Crespones negros y ataúdes han protagonizado las concentraciones silenciosas en los diferentes centros de trabajo bajo el lema “En defensa del sistema público sanitario y sus profesionales”. A lo largo de la mañana, más de 300 trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS) han protestado “por la pérdida de derechos y las crecientes dificultades a las que nos enfrentamos en nuestra labor diaria fruto de los recortes en la inversión”.
En este sentido, los sindicatos convocantes recuerdan que “la sanidad pública está siendo el sector más afectado por las políticas de ajuste poniendo en peligro un derecho tan esencial como la salud”. La clave para controlar el déficit, aseguran, es buscar nuevas vías de financiación pero sobre todo eliminar gastos superfluos, cargos intermedios y mejorar la gestión de los recursos.
CSI-F, SATSE, Sindicato Médico, USAE, CCOO y UGT quieren sensibilizar al ciudadano sobre las repercusiones de los ajustes ya que “se está metiendo la tijera en un sector ya de por sí castigado y necesitado de nuevas inversiones”. Unos recursos que son “imprescindibles para conseguir una mejor calidad asistencial, evitar largas listas de espera, agilizar las consultas y la realización de pruebas de diagnóstico y aumentar el tiempo dedicado a cada paciente en vez de reducirlo por falta de profesionales”.