El valverdeño Luis Carlos Calderay ha hecho historia en el deporte del motor provincial tras ser el primer onubense en participar y finalizar el Rally de los Faraones, celebrado entre el 1 y el 6 de octubre en Egipto. Al frente de una moto Honda 450 CRFX ha completado seis etapas de una de las más duras pruebas de rallies que, junto al Dakar, se disputan en el planeta. Han sido 3.000 kilómetros de una implacable carrera a través del desierto y de pedregosas pistas. Y consiguió acabar en la posición 32, un puesto realmente relevante ya que muchos de los participantes no llegaron a cruzar la meta.
La prueba, que forma parte de la Copa del Mundo de Raids Cross Country, comenzó y finalizó en El Cairo, a donde Luis Carlos Calderay se desplazó junto a su equipo, compartido con otros deportistas españoles. En total participaron en la modalidad de motos todoterreno y quads 66 pilotos de los que culminaron el rally 42. Los españoles han protagonizado un gran papel en el prueba ya que Joan Barreda ha quedado en primer lugar y Jordi Viladoms el tercero. Junto a ellos, el valverdeño ha brillado a gran altura, sobre todo si se tiene en cuenta que es su primera participación en el rally.
Cada una de las etapas contaba aproximadamente con 500 kilómetros y llevaba a los deportistas por lugares de gran dificultad y riesgo donde en ocasiones se sucedían tramos de 80 kilómetros de dunas, 40 kilómetros de pistas con piedras o 20 kilómetros de un cegador polvo blanco.
Luis Carlos Calderay, que ha sido el único andaluz que ha participado en la prueba, hizo frente a todos los obstáculos y tuvo que superar momentos complicados. Uno de ellos cuando colisionó a la espalda de una duna con otra moto que se hallaba detenida sin balizar, por lo que no la pudo detectar. Como consecuencia de este choque, que se produjo en la tercera etapa, sufrió una caída que le provocó la rotura de una costilla, lesión que tuvo que soportar hasta el final de la carrera.
También padeció problemas mecánicos como la rotura de la cadena, lo que le hizo perder un valioso tiempo. Pero quizás el incidente que más de improviso le cogió fue una colisión contra un talud cuando se encontraba a tan sólo 30 kilómetros de la meta final. Calderay ha explicado a HuelvaYa.es tras regresar de Egipto que de no haber sufrido estos contratiempos podría haber logrado una mejor posición y situarse entre los ocho primeros, lugar que mantuvo en determinados momentos de la prueba.
Este hito del deporte onubense lo ha logrado Luis Carlos Calderay a sus 42 años de edad compatibilizando los entrenamientos con su trabajo diario como empresario de destacados negocios. De hecho, al contrario que otros corredores de rallies que se dedican al cien por cien a preparar las distintas pruebas, el valverdeño tiene que arañar horas a su descanso para estar a punto, lo que le exige mucho sacrificio, férrea disciplina y quitarle tiempo a su esposa y a sus dos hijos.
Tiene previsto participar próximamente en una de las carreras más importantes del mundo de Mountain Bike, la Titan Desert de Marruecos, lo que le permitirá reforzar su nivel de preparación. Además, en 2013 espera estar presente en tres rallies de indudable importancia: en el de los Faraones, en el de Cerdeña y en el de Abu Dhabi, emirato árabe situado en el Golfo Pérsico. Su objetivo tras este periplo es formar parte del Dakar en 2014.
Una de las metas que actualmente se ha fijado el piloto onubense, además de potenciar sus entrenamientos y preparación para llegar en el mejor estado a las grandes pruebas que se va a enfrentar, es lograr patrocinadores que le permitan alcanzar presupuestos acordes con la realidad del deporte que practica cada vez con mayor éxito. Hasta ahora él mismo ha tenido que sufragar gran parte de los gastos que se generan, pero a medio plazo espera contar con apoyo económico.
De momento es optimista. Los buenos resultados que está obteniendo y la sólida trayectoria que sigue le animan a continuar y a luchar por hacerse un hueco en el primer nivel de un deporte muy competitivo y exigente donde el nombre de Luis Carlos Calderay suena cada día con más fuerza.