(Texto: Rosa Font) No ha sido en ningún módulo conflictivo por el perfil de los reclusos ni en los que dan techo a los internos pertenecientes al fichero de especial seguimiento (FIES). La última agresión de la que ha sido objeto el personal de la macrocárcel onubense, que se ha saldado con cuatro funcionarios heridos de diversa consideración mientras se desconoce el estado de un único preso implicado, se ha producido en uno de los espacios modelo del penal, de los clasificados como ‘módulos de respeto’ por su orientación terapéutica.
El enfrentamiento se produjo poco antes de la media noche del pasado jueves en el módulo 14 cuando, según la denuncia del sindicato Acaip, tres funcionarios encargados de las labores de vigilancia y un jefe de servicios tuvieron que forcejear con uno de los internos (R. B. R). para reducirlo. Según la organización sindical, el recluso presentaba “un estado de agresividad y nerviosismo” y los funcionarios trataban de evitar que “se propinara golpes en la cabeza contra la pared, con la intención de autolesionarse”.
El interno respondió “a puñetazos” contra los funcionarios, agresiones que provocaron un hematoma en el pecho al jefe de servicio, además de un traumatismo cráneo encefálico, según la versión ofrecida por Acaip, ya que el golpe que recibió le hizo perder el equilibrio, golpeándose la parte posterior de la cabeza contra una zona de barrotes.
Otro de los funcionarios recibió un fuerte puñetazo en la cara, lo que le causó un hematoma en el pómulo y una segunda lesión en la nariz. El interno, agrega el sindicato, golpeó igualmente a otros dos responsables del módulo, que presentaban varios hematomas en el abdomen y en el brazo izquierdo cuando trataba de protegerse la cara, en uno de los casos, mientras que el cuarto herido presenta contusiones y arañazos.
La totalidad de los funcionarios tuvieron que ser asistidos por los servicios médicos del centro penitenciario.
No se conoce, hasta el momento, información sobre la situación y el estado del interno que supuestamente agredió a los funcionarios, que apenas llevaba medio mes en el módulo terapéutico.
Acaip denuncia que esta última agresión no “es hecho aislado” y cifra en al menos siete los incidentes que se han producido a lo largo de este año, situaciones que ¬afirma- ”se vienen repitiendo a consecuencia de la falta de personal y de la inseguridad” que se viene resgistrando en la penitenciaria onubense.
La unidades terapéuticas entraron en funcionamiento en el penal de Huelva en 2007. La experiencia se estrenó en el módulo 6, un modelo importado directamente de la prisión de Villabona (Asturias).