La Unidad de Gestión Clínica de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Infanta Elena resuelve ya por vía laparoscópica el 75% de las intervenciones en las que se encuentra indicada clínicamente, incorporando este abordaje no invasivo y mejorando sustancialmente la calidad de la asistencia a los pacientes, toda vez que reduce la agresividad de la intervención, disminuye la posibilidad de que surjan infecciones o complica-ciones derivadas de la herida quirúrgica y agiliza el proceso de recuperación del paciente.
En concreto, esta prestación permite el abordaje de la intervención sin abrir la cavidad abdominal, es decir, sin necesidad de realizar una amplia herida quirúrgica externa, por lo que presenta numerosas ventajas respecto a la técnica convencional, ya que, al producirse una menor incisión, se evitan, entre otras complicaciones, las dehiscencias de sutura (apertura de la herida), así como las molestias y el dolor postquirúrgico.
Entre los distintos efectos positivos que implica este abordaje se en-cuentran también la reducción de la aparición de infecciones o posibles hemorragias derivadas de la intervención y la agilización, de forma significativa, del periodo necesario para la recuperación y la convalecencia del paciente, reduciendo el número de días que debe permanecer ingresado, facilitando de esta manera su reincorporación a la vida diaria.
Desde la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía del Infanta Elena, que cuenta con la certificación de calidad de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, se viene apostando desde hace años por el abordaje laparoscópico en gran parte de sus intervenciones quirúrgicas, incrementándose en el último periodo sobre todo en los procesos tumorales y en las intervenciones de cirugía bariátrica. En estos casos se realiza en el 100% de las operaciones en las que resulta aconsejable clínicamente, dadas las ventajas que presenta de cara a la rápida recuperación de los pacientes y en la reducción de los riesgos derivados de la operación sin comprometer los resultados.
Para ello, los profesionales del servicio vienen desarrollando en los últimos años un amplio programa de formación y entrenamiento quirúrgico que les permite abordar la práctica de estas intervenciones con las necesarias garantías de calidad, contando para ello en su equipo con miembros formadores en laparoscopia de la Sociedad Española de Cirujanos.
Asimismo, este tipo de intervenciones requieren de un equipamiento electromédico específico para su realización, como pueden ser las torres de laparoscopia, los sistemas de óptica especializados, las redes de iluminación, la cámara por la que se visualizan los tejidos, los trócares o guías, así como las pinzas quirúrgicas especiales.