Las Hermanas de la Cruz han recibido hace unos días un legado del Fondo Francisco Garfias consistente en una reproducción de la Divina Pastora que el desaparecido poeta quiso que fuera para esta congregación de religiosas. La asociación de mujeres jubiladas también recibió un cuadro de Miguel Ballesta.
Los albaceas del legado de Francisco Garfias López, continúan en estas fechas cumpliendo los deseos del poeta, investigador y pregonero moguereño, y tras hacer entrega recientemente de un cuadro de Daniel Vázquez Díaz a la Asociación de Jóvenes Especiales Abriendo Puertas, hace unos días hacían entrega al convento moguereño de las Hermanas de la Cruz de una reproducción de la imagen de la Divina Pastora a la que tanta devoción le profesaba el desaparecido Premio Nacional de Literatura.
Tanto su madre como su hermana, las dos mujeres sin duda más importantes en la vida de Garfias, llevaron por nombre Pastora, por lo que esta advocación mariana se encontraba muy arraigada en la casa del poeta, que quiso que a su muerte, la reproducción de la Divina Pastora de principios del s. XVIII que siempre ocupó un lugar de privilegio en su casa, fuese para las mujeres «que tanto bien han hecho y hacen a nuestro pueblo».
Por otro lado, también en fecha reciente se hizo entrega a la Asociación de Mujeres Jubiladas Pastora María Garfias, una entidad que pretende precisamente mantener viva la memoria de la hermana del poeta, de un cuadro con un retrato de su titular realizado por el gran pintor de Mazagón, Miguel Ballesta, amigo íntimo de Garfias, que reprodujo con gran realismo y detalle el rostro de su hermana, una mujer decisiva en la vasta formación literaria, musical y pictórica del poeta moguereño.