La Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Huelva continúa esta semana con su programación en el Centro de Visitantes Puerta del Atlántico, que se ha abierto este lunes con una charla didáctica a 40 escolares de 5º Primaria del Colegio Los Rosales. Una actividad en la que de una manera amena y a través de imágenes los niños y niñas han recibido una explicación de cómo y porqué se construyó en la época británica este barrio residencial.
El programa continúa este martes con una nueva conferencia sobre el periodo romano del ciclo ‘Jóvenes Historiadores’. La sesión correrá a cargo de la arqueóloga Jessica O´Kelly, que impartirá, a las 19.00 horas, la charla ‘Arqueología de la producción en el entorno de Onoba. Los alfares’.
Al respecto, el concejal de Turismo, Ángel Sánchez, ha destacado “la importante labor que con este ciclo se viene desarrollando en el Puerta del Atlántico en la difusión de nuestro patrimonio histórico con unas charlas que están descubriendo aspectos desconocidos para la mayoría de nuestro pasado y, sobre todo, que ponen en evidencia la importancia histórica de nuestra ciudad”.
En esta ocasión Jessica O´Kelly Sendrós, arqueóloga, licenciada en Historia por la Universidad de Huelva y miembros del grupo de investigación “Vrbanitas: Arqueología y Patrimonio” de la UHU, describirá alguno de los elementos más relevantes del periodo romano de la ciudad, basándose en los estudios que ha llevado a cabo de las ánforas romanas, analizando las distintas producciones atestiguadas desde el siglo I hasta el VI d.C.
La ponente ha centrado sus investigaciones en la arqueología de la producción, es decir en el estudio de todos aquellos restos del pasado que nos aportan información sobre la economía, al objeto de comprender las antiguas maneras de explotar los recursos naturales, cómo se elaboraban los distintos alimentos o qué relaciones comerciales había entre las regiones. Para ello, Jessica O’ Kelly ha estudiado los recipientes que se usaban para el transporte (ánforas) o el consumo (vajilla) de los alimentos. También, los restos de construcciones como las piletas de salazón, distintos tipos de hornos, silos u otros almacenes, que nos permiten identificar las actividades económicas.