Fernando Castelló Pedrosa, bilbaíno de nacimiento y sevillano de adopción, se marcó este año un nuevo desafío al volver a entrenar al Club Balonmano Pedro Alonso Niño, tras dejarlo en la División Plata en el año 2009 aún con opciones de permanencia, y haber finalizado las dos anteriores temporadas con un equipo en plena evolución. La retirada de los principales patrocinadores del equipo debido a la crisis, hace que este sea un desafío aún mayor, algo que no ha acobardado a Castelló, que ha tirado de la cantera ante la imposibilidad de incorporar jugadores contrastados. Entrena día a día con la máxima ilusión, exprimiendo al máximo a la plantilla con la que cuenta. Otro obstáculo al que se enfrenta es el gran número de lesiones que ha padecido la plantilla, especialmente la de larga duración de Jesús Fernández, que pronto volverá a estar a sus órdenes tras la recuperación.
– ¿Cómo valora este primer tramo de la competición que ya ha transcurrido?
– Hemos sufrido algún altibajo propio de un equipo en construcción y más aún si tenemos en cuenta la falta de experiencia competitiva de muchos de nuestros jugadores, pero creo que estamos en el punto que nos corresponde, pues la clasificación no engaña, pero estamos con el optimismo de que hay jugadores que poco a poco van creciendo, aportando cada vez más. Además hemos sufrido el hecho de que hemos tenido demasiadas lesiones inoportunas que nos han obligado a ‘parchear’ y que han hecho que no podamos contar con algunos de los jugadores más experimentados en muchos partidos. Tampoco se libra el entrenador, que ha tenido que ir conociendo a los jugadores y aprendiendo cómo optimizar los recursos disponibles, lo que requiere algo de tiempo. En cualquier caso, la visión es esperanzadora en tanto en cuanto se observa progresión y aún tenemos mucho margen de mejora en cuestiones que están a nuestro alcance, sobre las que podemos tener incidencia con nuestro trabajo en los entrenamientos. Por ejemplo, los números de nuestra defensa han mejorado considerablemente al final de la primera vuelta.
– 7 victorias en casa y 6 derrotas fuera. ¿A qué cree que se debe que llegando con opciones de victoria como visitante se hayan escapado muchos partidos fuera?
– Habría que valorar la inexperiencia competitiva de nuestros jugadores y del propio equipo como tal. Pero no hay que perder de vista el hecho de que una lesión de alguno de nuestros jugadores más determinantes era muy difícil de cubrir al principio de la temporada y en el último partido se lesionó al comienzo del mismo Sergio Cruzado y fuimos capaces de sobreponernos. Ésa es la evolución que se espera del equipo. Y en algunos partidos hemos tenido dos o más ausencias importantes, lo que ya ha sido más difícil de solventar por nuestras propias limitaciones. Por otra parte, tras viajes de 7-10 horas de autobús con sus madrugones correspondientes, es normal tener momentos con descenso de rendimiento en los partidos jugados fuera de casa, lo que incide claramente en la diferencia de rendimiento dentro-fuera. En cualquier caso, prácticamente todos los equipos estamos inmersos en esa irregularidad en los partidos jugados fuera de casa. Dicho lo cual, no debemos recrearnos en nuestras propias excusas, debemos ser autocríticos, yo el primero, e intentar mejorar nuestros puntos débiles para evitar que se repitan en la segunda vuelta.
– ¿Considera que este año el grupo D es más competitivo que las últimas temporadas?
– Más igualado sí, más competitivo no. Antequera juega una liga y los demás, de momento, otra. Bajo mi punto de vista el nivel se ha igualado a la baja, aunque esto ha favorecido la aparición de muchos jugadores jóvenes que, de continuar, hará que el nivel del grupo mejore a medio plazo. La igualdad hace que haya resultados ajustados y clasificaciones parejas. La visión optimista es que con un poco de suerte y de mejora podemos escalar en nuestras aspiraciones, la negativa es que cualquier tropiezo se pueda pagar muy caro, lo que genera incertidumbre y obliga a una mejora constante. Ya se sabe, “camarón que se duerme…”
– ¿Cómo valoras las incorporaciones de los jóvenes de la cantera?
– Por una parte la situación favorece la incorporación de jóvenes jugadores, lo que siempre es positivo, aunque en nuestro caso han debido acelerar considerablemente su proceso de aprendizaje, maduración y, por qué no decirlo, su nivel de auto exigencia. Por otra, queda en evidencia que es necesario trabajar desde la base con mucha más determinación, no podemos pretender contar con muchos jugadores de cantera si previamente no les hemos dado la formación adecuada para que puedan competir en Primera División con 18-20 años, y no han acumulado experiencias competitivas de cierto nivel. Como siempre, la clave es trabajar más y mejor: más jugadores, más entrenamientos, más partidos, más preparación física, más apoyo del entorno familiar, académico, institucional… En la medida de nuestras posibilidades, en eso estamos, pero esto es algo que empieza para los jugadores con 8-9 años y requiere tiempo y esfuerzo. En nuestro caso, estoy muy satisfecho con la aportación de los jóvenes. Aunque a veces les deba someter a un nivel de exigencia elevado, están respondiendo con una gran actitud, lo que agradezco enormemente como entrenador y como un miembro más del grupo. Siendo realista, el futuro a medio plazo del PAN pasa por ser capaz de que estos jugadores crezcan rápidamente.
– ¿Qué espera a nivel deportivo para esta segunda vuelta? ¿Considera al equipo capaz de terminar en la zona alta de la tabla?
– Espero mejorar en todos los aspectos del juego, espero ser capaz de ayudar a mejorar a todos y cada uno de los jugadores y conseguir que se expriman al máximo, espero mejorar yo mismo en el manejo de los recursos del equipo, incrementar nuestro repertorio de situaciones de juego… en resumen, espero que cada vez seamos un poco mejores y finalmente seamos un equipo. ¡Qué fácil es decirlo y que difícil conseguirlo! La clasificación final será consecuencia de lo que hagamos en cada entrenamiento, en cada partido, pero espero que al final nadie pueda decir que no hemos dado el máximo siempre. Si conseguimos cumplir con todo esto, nuestros merecimientos nos darán, sin duda, una mejor clasificación. En los tiempos que corren, sería importante que nuestros aficionados disfruten con nosotros, se ilusionen con nosotros y, aunque sea pretencioso, sean un poco más felices con nosotros.