La derrota del Recreativo de Huelva en Alcorcón deja sólo una plaza
vacante para jugar la liguilla de ascenso. Con el Alcorcón muy lejos, de la
misma manera que lo están el Girona y Villareal, sólo veo la posibilidad de
alcanzar la séptima plaza para tener opciones. Pero ojo, porque esa plaza está ahora mismo a cinco puntos y son cuatro los equipos que optan a ella. Sólo dos victorias ante Girona y Villareal volverían a meter al Recre en una opción más cercana. A día de hoy lo veo.
Ante el Alcorcón mucho podría discutirse sobre la justa o injusta victoria del equipo madrileño. Sobre el árbitro también podríamos hablar sobre la expulsión de Riolfo. Pero decididamente sólo en esa acción puntal e importante, podemos culpar o responsabilizar al colegiado de la derrota del Recreativo. Cada cual tendrá su opinión. Yo asevero que el Recreativo no perdió por el árbitro. El Recre perdió porque el Alcorcón fue mejor. Y porque cuando tu portero es el mejor del partido, eso deja claro quién mereció ganar. En la primera mitad, el equipo de Bordalás llegó con asedio al área del Recre con el sistema más básico que se suele usar en campos pequeños con apertura a banda y centro. En esos centros puestos por Fernando Sales, el peligro era latente. Se vislumbraba el gol local en cada jugada. Pero ahí estaba un inconmensurable Cabrero. El cancerbero no era del agrado de los medios ni de los aficionados a principio de temporada, está haciendo una gran campaña. Cada cosa en su lugar. Ayer fue el hombre más destacado por la prensa nacional.
Ya en la segunda mitad el Alcorcón tuvo también la posesión pero no las ocasiones, viendo a un Recreativo defiendo su resultado con una actitud encomiable. Se dejaron la piel los jugadores. No supieron aguantar en el descuento y sucumbieron en dos minutos.
Que la expulsión condiciona a un equipo no deja duda, si bien es cierto que con once el Recreativo sufrió en la primera parte, viendo como jugando con diez en la segunda, el Alcorcón no generó ocasiones salvo al final.
Un derrota que deja lejos al Recreativo de los puestos de liguilla. Las dos balas que tiene en la recamara para abrir un nuevo rayo de esperanza, pasa por ganar al Girona y al Villareal. De no ser así, sobrarán los últimos diez partidos del campeonato y esto se acabará antes de tiempo.