(Texto: ambitotoros) Plaza de toros de Huelva. Casi lleno. La corrida Luis Terrón tuvo dos toros buenos, el excelente primero, el segundo con matices, dos con posibilidades -cuarto y quinto , el complicado tercero y el reservón sexto.
Hermoso de Mendoza, dos orejas y ovación
Diego Ventura, oreja y oreja con fuerte petición y bronca a la presidencia
Andrés Romero, vuelta y dos orejas
La terna salio a hombros
Emotiva tarde la vivida el domingo en La Merced, tarde de sensaciones donde Andrés Romero, un hombre que empieza abrirse camino en el complicado arte de Marialva, ha demostrado que tiene raza, cuadra, condiciones y valor para estar a la altura de los dos mejores rejoneadores de la historia.
La tarde tenía sabor local desde sus inicios. Mucha gente de Escacena en los tendidos, de la comarca, de toda la provincia para ver a Andrés Romero. Palmas por Huelva, amabilidad, todo a favor, pero luego sale el de los rizo y pone las cosas en su sitio. Y su sitio es que Andrés Romero, que esta semana torea en El Puerto y la siguiente en Huesca, está al nivel requerido para compartir carteles con los dos mejores de la historia del rejoneo.
Ante un mal lote lo supo poner todo, paciencia, garra, brillantez y las ganas de hacerlo todo bien, por derecho, Cantú y Carbón son dos caballos importantes, de mucha viveza y expresión torera, en las manos de Romero, un jinete sobrio y mandón, se arriman al toro y salen con airosidad de las suertes. La mala suerte hizo que el toro tardara en morir y perdió los trofeos. Pero en el toro agarrado al piso que cerraba plaza, salió el rejoneador que puede marcar época, brindó a su gente Diego, José Luis y a su hermano gemelo, y sacó la raza de un torero que a lomos de Guajiro, un caballo de élite, distinto y capaz de resolver la tarde en dos piruetas. Se deja llegar al toro, que se escondía detrás de la mata y luego apretaba, y los quiebros eran sónoros y potentes, al salir del embroque, con las banderillas en un peseta, piruetas de imposible ejecución. La plaza enloqueció, el torero no, volvió a montar a su caballo de matar, respiró hondo y recetó un rejonazo que provocó el delirio. Dos orejas de cualquier lado, emociones en el callejón y el camino abierto para estar con los mejores en muchos carteles de cualquier plaza.
Hermoso estuvo en maestro ante su primero, levantó al público de sus asientos con Disparate, innovó cambiando de pista en el galope de costado, nunca lo habíamos visto en una plaza, todo suave y en una lección de doma, en esta tierra que sabe valorar el arte ecuestre, y mató tras pinchar para cortar dos orejas. Al más complicado cuarto le supo dar fiesta con Dali y con Pirata que se puso muy cerca de los pitones para torear en arrimón a caballo. Una lástima el nuevo fallo a espadas.
Diego Ventura, por su parte, ha estado enfibrado toda la tarde. Con Milagro supo hacer las suertes con pureza, quebrando y dejándose llegar mucho al de Terrón. Faena de profesionales y de mucha verdad. Tras ser cantado a capela por Alex Hernández, en sevillanas de José León, (Que dios reparta suerte), salió enrabietado en el quinto y se fue a Portagayola con “Buena Vibra”, formó un alboroto a galope tendido por el albero de la Merced onubense. Con oro calentó aún más los tendidos a base de un rejoneo de mucha importancia y verdad, dando el pecho y templando lo indecible. Parecía el súmmun, pero entonces apareció Morante y formó la mundial. El caballo tordo ha madurado, está en un nivel de torería y de expresividad cumbre. Tras un rejonazo a la primera, cuando la plaza esperaba el rabo, dando por descontadas las dos orejas ganadas a ley, el presidente decidió dar sólo una, bronca del respetable no respetado. Enfado de Ventura que se pone las gafas “A ver si el presidente es el único que no ha visto lo sucedido”. Increible.
