El alcalde de Gibraleón, José Ramón Gómez Cueli, ha querido señalar la actitud «demagógica e hipócrita de quienes en sus cinco años de gobierno subieron el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) un 90 por ciento«, tras las acusaciones realizadas por el secretario de los socialistas de Gibraleón en las que acusa al gobierno municipal del PP de haber subido 100 euros el IBI.

En una nota, el alcalde se ha sorprendido de la «memoria de pez» del secretario de los socialistas olontense al recordarle que fueron ellos los que, «no sólo subieron la valoración de las viviendas cerca de un diez por ciento en su etapa de gobierno, entre 2006 y 2011, sino que justo después de las elecciones, en 2008 subieron el tipo a aplicar al IBI de 0,66 a 0,75 por ciento». Así, asegura que eso supuso que, según los recibos adjuntos, una vivienda pasara de pagar 265,03 euros en 2006 a 503,55 euros en 2011, un 90 por ciento de subida, es decir 238,52 euros más a pagar.

Para Gómez Cueli, siendo «grave esta actitud demagógica», exige al PSOE de Gibraleón «que explique qué hicieron con el dinero recaudado, ya que Gibraleón no mejoró su hacienda a pesar de contar con más de tres millones de euros del Plan E». «Además generaron más de un millón de euros anuales de deudas con proveedores y llevaron la deuda total del Ayuntamiento a 18 millones de euros, llevando al consistorio la ruina», recalca, agregando que «los ciudadanos de Gibraleón se preguntan todavía dónde gastaron el dinero recaudado, ya que en Gibraleón no está. «Eso sí los concejales socialistas se endosaban 4.000 euros al mes en asistencias a Juntas de Gobierno Local», sentencia.

José Ramón Gómez Cueli ha señalado que ahora «toca pagar la fiesta del despilfarro socialista, devolver mas de un millón de euros de subvenciones no justificadas por los socialistas y además hacerlo manteniendo servicios esenciales básicos y muy necesarios». «Se les olvidan los más de 500.000 euros anuales que dedicamos a la bolsa de trabajo temporal, con 78 desempleados ya trabajando, crear el fondo de emergencia social, dar más de 1.000 comidas al mes con cargo al ayuntamiento, dar trabajo a los más desfavorecidos, ente otros, porque el dinero de los olontenses revierte en ellos en forma de trabajo y servicios a los más necesitados», concluye.

Además, explica que la subida del 0,75 al 0,795 actual del IBI no ha sido aprobada por el Ayuntamiento sino que fue una de las medidas adoptadas por el Gobierno central para poder hacer frente al plan de pago a proveedores. El alcalde reta al secretario de los socialistas de Gibraleón «a que diga en qué pleno de 2011, 2012 ó 2013 el equipo de gobierno ha subido el IBI y también a que nos diga en qué otro pleno el PSOE bajó los impuestos a los olontenses». Por eso, insiste en que los socialistas olontenses deberían hacer «un poco de memoria» y repasar los recibos del IBI de «su nefasto mandato, desde 2006 hasta 2011 y así no caer en la demagogia, en la hipocresia y en la desvergüenza, al atacar una gestión seria».

El Alcalde ha insistido en que seguirá trabajando para «estabilizar económicamente el ayuntamiento y así poder bajar los impuestos, ya que heredamos un ayuntamiento en quiebra y manirroto, con deudas a bancos, proveedores, seguridad social, administraciones y compañía suministradora de electricidad, sin mantenimiento de infraestructuras o con éstas abandonadas, sin inversiones en vehículos ni en maquinaria municipal». «La falta de liderazgo socialista lleva a su secretario local a cometer estas faltas a la verdad» y si no sabe o no se acuerda de lo que hicieron los socialistas en Gibraleón, debería preguntar a Serrato o a. Medina qué hicieron con la economía de nuestro pueblo y cómo gestionaron el Impuesto de Bienes Inmuebles», añade.