El tráfico rodado de vehículos ligeros y pesados en las carreteras que componen la red autonómica de Andalucía en la provincia de Huelva descendió durante 2012 un 4,34 por ciento y, como consecuencia de esta importante caída en el pasado ejercicio, los vehículos ligeros (motos, turismos y furgonetas de pequeño tamaño) y los pesados (camiones, autobuses y otros) recorrieron 855,82 millones de kilómetros.
Estos datos se extraen del Plan General de Aforo 2012, elaborado por la Consejería de Fomento y Vivienda para medir la Intensidad Media Diaria (IMD) de las vías autonómicas de carácter básico e intercomarcal, tomando como referencia los tramos y los tipos de vehículos. La red básica constituye la malla viaria que da soporte a los tráficos de largo y medio recorrido y la red intercomarcal está compuesta por aquellas vías que complementan a la anterior y canalizan los tráficos interurbanos de medio recorrido entre ámbitos subregionales.
En un comunicado, la Junta explica que en la provincia de Huelva la red de carreteras estudiadas suma un total de 633,58 kilómetros repartidos en 20 vías. En el ámbito de la red básica, las caídas más significativas se las apuntaron la A-461, con una bajada del 7,90 por ciento, la A-493, con un 5,83 por ciento; la A-496, con un 5,82 por ciento; y la A-495, con un cinco por ciento. En menor medida, descendió la circulación en la A-484, que experimentó una bajada del 2,74 por ciento. En la malla intercomarcal, los decrecimientos más acusados se registraron en la A-492, con un descenso del 8,06 por ciento; y en la A-499, con un retroceso del siete por ciento. Las vías menos afectadas son la A-474, con un decrecimiento del 0,63 por ciento, y la A-490, con una disminución del 1,1 por ciento, así como la A-479, con un incremento del 2,27 por ciento.
En el conjunto de Andalucía, el tránsito rodado cayó en 2012 casi el doble de lo que lo hizo el año anterior, con un saldo negativo del seis por ciento, frente al 3,5 por ciento registrado en 2011. Esta caída viene a agudizar aún más la tendencia decreciente registrada por las carreteras andaluzas en la evolución de las intensidades de tráfico que comenzó a partir de 2008, con el inicio de la crisis económica. En ese mismo año, el tránsito de vehículos en la carretera disminuyó un 0,9 por ciento, un retroceso que se vio agravado en 2009, 2010 y 2011, con descensos medios que han rondado el tres por ciento. La suma de esa prolongada reducción del tráfico alcanza un porcentaje acumulado del 14,8 por ciento en 2012. Previamente a este periodo, el comportamiento de la demanda en estas vías ha sido bien distinto, de forma que 2007 se duplicó la circulación recogida en 1994.
Como consecuencia de esta importante caída en el pasado ejercicio, los vehículos ligeros (motos, turismos y furgonetas de pequeño tamaño) y los pesados (camiones, autobuses y otros) recorrieron 11.281 millones de kilómetros, de los cuales los primeros realizaron 10.221 millones de kilómetros, lo que supone un 90,6 por ciento del global; mientras que los segundos completaron el recorrido con 1.060 millones de kilómetros, equivalentes al 9,4 por ciento del total.
En el ámbito andaluz, la red básica, que se extiende a lo largo de 2.043 kilómetros; registró una demanda de tráfico de 6.825,8 millones de kilómetros; y la red intercomarcal, con una longitud de 4.387 kilómetros, asumió un tránsito de 4.455 millones de kilómetros.
En los últimos cinco años, cuatro provincias han registrado una reducción total del tráfico en su red respecto de 2007 superior al 15 por ciento: Almería (18,2%), Córdoba (17,2%), Sevilla (16,4%) y Granada (16,7%). En cambio, en otras dos la caída de la demanda no ha superado el diez por ciento; es el caso de Jaén, con un porcentaje negativo del 9,2 por ciento y Huelva, con un 7,6 por ciento. En Cádiz y Málaga el descenso ha sido del 13,8 por ciento y del 14 por ciento, respectivamente.
La disminución de la demanda en las carreteras andaluzas, desde 2008, coincide con una desaceleración del crecimiento del parque de vehículos de Andalucía. Además, ha sido superior a la contracción sufrida por el Producto Interior Bruto de Andalucía (PIB) en ese intervalo temporal, e inferior a la curva experimentada en el consumo de combustible.