El juzgado de Primera Instancia número 6 de Huelva ha condenado a los vecinos que ocupan desde hace años las viviendas abandonadas del poblado forestal de Mazagón en Huelva, propiedad de la Junta de Andalucía, a abandonarlas, bajo apercibimiento de lanzamiento en caso contrario, y a hacerse cargo de las costas procesales, tras interponer el Gobierno andaluz una demanda por estos hechos, que ahora ha ganado en los tribunales.
Según reza en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el juez ha estimado íntegramente la demanda formulada por la Consejería de Medio Ambiente al considerar que este departamento es titular de los terrenos en los que se levantan estas viviendas, concretamente en el Poblado Forestal de Mazagón, ubicado en monte público ‘Coto Mazagón’ del término municipal de Moguer.
De igual modo, indica que estos vecinos no tenían título alguno que «legitimara esa ocupación, ostentando pues esos poseedores calidad de precaristas», por lo que ha considerado probada la propiedad de los terrenos por parte de la Junta de Andalucía, según ha adelantado el diario ‘ABC’.
Por su parte, uno de los afectados, Diego Romero, ha asegurado que van a presentar recurso ante este fallo, aunque ha reconocido su temor a que tengan que «abandonar estas casas, en las que hay gente que llevan toda la vida».
Romero, que se ha mostrado «esperanzado» en que la Junta de Andalucía les aporte una solución, ha asegurado que tendrán que abandonar estas viviendas por orden del juez, pero ha reconocido que con anterioridad «no pensaban irse si no tiraban estas casas porque se iban a meter otros».
1 comentario en «Condenan a los vecinos del poblado forestal de Mazagón a abandonar las casas»
¿Y también van a echar a la virgen del Carmen que esta en la ermita, durante la romería?
Curiosamente, la mayoría de las gentes del poblado son socialistas, hijos y nietos de guardas forestales. Si el poblado esta algo cuidado es por esas personas. Cuando los desalojen, aquello acabará como Bodegones, escombros en el campo.
La Junta se cubre de gloria y muerde la mano de quien le vota.