Cuando tuve noticias de la suspensión de la que venía siendo la tradicional Feria de la Tapa de Huelva, sentí cierta sensación de tristeza, que no de sorpresa.
Huelva competía en buena lid con otras capitales andaluzas de muchísima tradición hostelera en la buena costumbre de ofrecer a sus clientes la tapa, como son la alcazabeña Almería y la Capital Nazarí, la ensoñadora Granada.
Los excelentes productos que ponen a disposición de nuestros cocineros y cocineras, tanto la sierra con sus chacinas ibéricas, caza mayor y menor, carnes de la cabaña bovina, ovina y caprina, así como los derivados que de ellas se obtienen, siendo sus quesos exquisitos y de bien ganada fama y la insuperable calidad de los pescados y mariscos de su costa, despuntando entre todos, la gamba blanca y las riquísimas coquinas. Todo ello no ha permitido que este año de 2013, los ciudadanos de Huelva y su provincia, y también algún que otro visitante atraído por su programación, disfruten con la esperada Feria de la Tapa.
Me figuro que poderosas razones económicas son las que no han permitido su celebración. Posiblemente también haya influido una disminución paulatina de sus visitantes año tras año, más que su oprimida economía, aunque ella también esté haciendo mucha mella en nuestras carteras.
Creo que sería muy importante realizar un análisis sincero y profundo por parte de sus organizadores y empresas participantes de lo que debiera ser una Feria de la Tapa exitosa y con proyección si la comparamos con lo que se nos ofrece tanto en Almería como en Granada desde hace muchísimos años, de forma que la tapa que podemos degustar en esas dos bellas ciudades, viene siendo buen acompañante de la copa de vino o de la caña de cerveza que estemos paladeando, siendo ofrecida siempre gratuitamente por el establecimiento de turno.
Cada ciudad tiene sus costumbres, y Huelva no iba a ser una excepción, pero debemos de comprender de que respecto a estas dos ciudades del antiguo Reino Nazarí, Huelva va en desventaja. Allá no nos cobran nada por la tapa, tal como he mencionado anteriormente, acaso sea un poco más cara la copa o la caña, pero en su conjunto, más económico. Y no debemos ignorar que los productos que nos ofrecen como tapa, son también, para quitarse el sombrero.
La Carpa de la Avenida de Andalucía, a mi entender si reúne condiciones para la celebración de dicha Feria, pues se trata de un lugar espacioso, limpio, rodeado de jardines y con bastante facilidad para el aparcamiento de vehículos, cosa que no puede ofrecer el Centro, pues la zona está restringida a la circulación de los taxis, autobuses y vecinos acreditados. Eso de ir andando al Centro me parece a mí que ha quedado para las generaciones anteriores. A otros les puede parecer excusas, tendría también que admitirlo, pero vista mi experiencia, los alrededores y aparcamientos de la Carpa era un ir y venir de turismos repletos de familias dispuestas a echar un buen rato en la Feria de la Tapa.
Otra cosa que puede haber hecho pupa para la no celebración (al menos este maléfico 2013), es que los precios de los bares está experimentando un reajuste a la baja, siendo que era mucho más atractivo quedarse en el bar del barrio que acudir a la consabida Feria, pues por la mitad del dinero, se consume lo mismo que en la interrumpida Feria. Espero que un Concejal entusiasta de este Ayuntamiento de Huelva, proyecte con la anuencia del Pleno correspondiente, una nueva Feria realista en los precios, y que las bodegas que acudan, ofrezcan sus vinos a precio de Feria, no de feriantes, es decir, algo más asequibles que en la propia bodega. Se trata de promocionar sus productos, no de “ordeñar” los bolsillos de los incautos como parecía que sucedía últimamente. Respecto a los Restaurantes representados en cada Feria, deberían hacer un pequeño esfuerzo en el mismo sentido, pues la opinión del respetable era que para “esos viajes, no se necesitaban tales alforjas”. Es decir, me quedo en mi barrio, más bueno, más bonito (más cantidad) y más barato.
Para llevar adelante este tipo de Ferias, dado que estamos en vacas flacas, la mejor solución sería que el Concejal del ramo, fijara precios atractivos, tanto para la bebida como para la tapa, es decir, algo menores que en los bares de nuestros barrios, ya que se trata de una promoción de la Ciudad de Huelva, sus vinos (que casualmente no acuden ¿por qué?) y sus tapas durante unos pocos días. Todo es cuestión de echar números. Quizás hubiera que reducir el gasto en música (que precisamente no es el fin de la promoción) y subvencionar una pequeña diferencia por tapa servida. Todo es cuestión de control de tickets. Posiblemente, esto que sugiero, ese Concejal ya lo haya propuesto, pero dicho extremo lo desconozco, y ni tan siquiera ha sido mencionado en la motivación de esta interrupción sine die.
No obstante, si los establecimientos del Centro, visto lo visto, no quieren que se pierda esta tradición de la Tapa de Huelva, su iniciativa será bien acogida por mi parte, y con sumo gusto acudiré como antaño, a la Plaza de las Monjas o donde decidan sus promotores. Pero deberán afinar en sus precios.
