La consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, María Jesús Serrano, ha señalado que a su departamento «no ha llegado aún ninguna denuncia» sobre vertidos en el río Tinto, en Huelva, tal y como ha advertido Ecologista en Acción, pero «en cuanto llegue, se investigará, trataremos de cumplir la normativa, y si hay que poner las sanciones correspondientes, se pondrán».
Así ha respondido la consejera en declaraciones a los periodistas en Sevilla antes de presidir la reunión del Consejo Andaluz de Medio Ambiente, al ser preguntada por información publicada el pasado sábado por El País, en la que Ecologistas advertían del estado del río Tinto, al haberse convertido en «retrete» de aguas residuales de municipios de la cuenca minera onubense, según la asociación ecologista.
Además, la consejera ha recordado que Andalucía, al igual que el resto del país, «tiene como objetivo cumplir con la Directiva marco del agua (DMA)» en 2015. En este sentido, continúa, «también estamos preparando una revisión del acuerdo del Consejo de Gobierno de 2010, donde trataremos de poner una fecha a todas aquellas obras que sean de interés de la comunidad, a fin de conseguir esos objetivos».
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Lamentable que, ante las imágenes que hemos visto en los informativos de Canal Sur, necesiten una denuncia por escrito para actuar de oficio. La administración autonómica no debería tener una denuncia en su mano para investigar la comisión de un posible delito ecológico en un Paisaje Protegido. El problema del río Tinto es que no tiene peces, porque si los tuviera la muerte de los peces provocada por los vértidos serían noticia en los medios de comunicación una semana si y otra también. Es vergonzoso ver la espuma y nata asquerosa que se puede ver en muchos lugares de su cauce cada vez que las lluvias son abundantes y que nadie se preocupe. Vaya forma de defender un lugar que es estudiado por científicos de todo el mundo, debido a la probable similitud entre sus condiciones ambientales y las que podrían darse en el planeta Marte.