Vicente Pérez Hernández, es un joven palermo de 24 años, segundo de siete hermanos, que recibía ayer el Premio que otorga la Real Maestranza de Caballería al Mejor Expediente Académico de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla.
Con una nota media de 2,37 (que equivale a un 8,50) ha demostrado durante su paso por la Universidad Hispalense ser “inquieto, brillante, y muy humilde”, así lo definía el doctor Juan José Sendra, del departamento de Construcciones Arquitectónicas I, que con más de 30 años de experiencia como docente tuvo la oportunidad de impartir varias asignaturas a este destacado alumno.
Vicente Pérez que confesó que “el secreto de su éxito” es el sacrificio diario y el esfuerzo tuvo la vocación de ser arquitecto desde niño y considera muy importante en su vida ser cristiano, una cuestión de Fe que le ha sido muy inculcada desde niño en el seno de su familia. Este joven habla francés, inglés e Italiano y destaca cómo incluyó en él y en su formación académica su primera salida al extranjero, concretamente a Irlanda gracias a una beca del Ayuntamiento y Cepsa cuando estaba en el instituto.
La entrega de este merecido reconocimiento tuvo lugar sobre el albero de la Plaza de Toros de Sevilla en un solemne y emotivo acto presidido por el Teniente Hermano Mayor de la institución nobiliaria, Javier Benjumea, el Rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, la Delegado del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, el Alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido y el Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo.
En total 26 estudiantes, los mejores expedientes académicos de 19 facultades, 6 Escuelas Técnicas Superiores y el Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spinola recibieron este “galardón” por “ejercer la virtud de forma sobresaliente” como señaló el rector de la Universidad, en su discurso.
Vicente Pérez, que manifestó sentirse “feliz” estuvo acompañado por sus padres, Pilar y Vicente, su novia Julia (tercer mejor expediente de arquitectura de la misma promoción), su hermana Ana y su abuela. Juan Ignacio Zoido le entregó la medalla y el pergamino que acredita el acuerdo adoptado por la Junta de Gobierno de la Maestranza de concesión del premio. Además Vicente recibió una dotación económica de 1.500 €.
La Real Maestranza de Sevilla creó en 1965 estos Premios Universitarios, que el año que viene cumplen 50 años. Según Javier Benjumea, a través de ellos, se puede hacer un estudio de la evolución de esta docta institución en Sevilla, ya que se empezó en 1966 entregando cinco premios a los mejores expedientes de las facultades de Derecho, Medicina, Filosofía y Letras, Ciencias y Arquitectura, y en la actualidad, se entregan 26. “Una evolución verdaderamente digna de destacar”. A todos los premiados el anfitrión les animó a que “en el desarrollo de su vida profesional continúen con la misma ilusión y esfuerzo con los que de manera tan brillante han culminado sus estudios universitarios, demostrándonos con creces su tesón y su valía”.
Los alumnos con mejores calificaciones compartieron cartel en este acto con los toreros triunfadores de la pasada feria de abril.