La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), Isabel García Tejerina, ha calificado este martes de «clara y manifiesta» la voluntad del Gobierno central, concretamente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, para encontrar una solución al problema derivado de la supresión de la tarifa especial para regantes establecida en 2008.
En su primer acto oficial tras su nombramiento, la inauguración en Huelva del XIII Congreso Nacional de Comunidades de Regantes de España, al que también ha acudido el presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo; el alcalde de la ciudad, Pedro Rodríguez; y la directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal del Magrama, Begoña Nieto, entre otros, García Tejerina ha destacado que «el regadío es una prioridad porque el agua es fundamental para el desarrollo del medio rural».
Por ello, ha mostrado su deseo de que este congreso sirva para tratar de hallar una fórmula que permita a los regadíos contar con un contrato de suministro adaptado a su tipo específico de consumo.
En este ámbito, la ministra ha asegurado que el Ministerio es «plenamente consciente» de este problema y asegura «estar trabajando» con la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore) y el Ministerio de Industria, Energía y Turismo «para atenuar el alza de los costes de la energía en el regadío, porque es un sector vital para la economía española».
Mientras tanto, García Tejerina considera «fundamental» que los regantes prosigan con la constitución de centrales de compra que permitan generar un ahorro muy sustancial de la factura anual.
Por otro lado, según ha indicado, el Ministerio ha tenido que superar, al menos, «dos grandes desafíos» en su labor de apoyo al sector del regadío como son el cumplimiento de los compromisos adquiridos en el seno de la Unión Europea (UE) en materia del agua y la disponibilidad de fondos necesarios para desarrollar un regadío más moderno.
Así, para cumplir con estos compromisos, el Ejecutivo central «ha tenido que realizar un esfuerzo titánico» para poder cerrar la primera fase de planificación hidrológica atendiendo diferentes demandas y jugando con la protección del entorno. A su vez, ha remarcado que, al inicio de la legislatura, los 25 planes hidrológicos de cuencas, que «tenían que haber estado aprobados en 2009, estaban todos por hacer, y en estos dos años se han aprobado 17».
Del mismo modo, ha destacado el trabajo en el segundo ciclo de planificación para que en diciembre de 2015 se puedan disponer de todos estos planes. Por ello, ha insistido en que «sin este trabajo para recuperar los ocho años de tiempo perdido, no hubiéramos podido cumplir nuestros compromisos y hubiéramos tenido una sanción de 100 millones de euros por parte de la UE, que hubiera tenido que pagar el conjunto de la sociedad española», indicando además que «no hubiera sido posible utilizar fondos comunitarios porque la UE nos evalúa».
Precisamente, ha recalcado, «el segundo desafío del Gobierno ha sido disponer de los fondos necesarios para contar con un regadío todavía más competitivo y moderno».
De esta forma, la ministra ha destacado cómo en las negociaciones de la reforma de la PAC, «este Gobierno ha logrado que las inversiones necesarias para los proyectos de transformación y modernización del regadío español puedan financiarse con fondos comunitarios, mediante el manejo sostenible de los recursos naturales y, entre ellos, el agua».
Además, «hemos conseguido introducir requisitos que se adaptan a las necesidades de nuestro regadío», lo que va a permitir la financiación de proyectos de regulación, eficiencia energética, utilización de aguas regeneradas, mejora de gestión y de ahorro de agua.
En otro orden de cosas, Isabel García Tejerina ha subrayado que los regadíos españoles se encuentran «entre los más innovadores del mundo, gracias al impulso dado por el exministro Miguel Arias Cañete al Plan Nacional de Regadíos», el proyecto de regadíos «más ambicioso que se ha diseñado en España» y que ha supuesto ya la modernización de 1.490.000 hectáreas, con una inversión de 4.000 millones de euros.
Al mismo tiempo, García Tejerina ha subrayado la importancia que tiene para el sector los programas de desarrollo rural para el periodo 2014-2020. En este sentido, la ministra ha adelantado que su Departamento y las comunidades autónomas trabajan en la elaboración de un marco nacional que fije las condiciones generales comunes para los distintos programas autonómicos.
«Como todo el mundo sabe el Magrama sólo cuenta con el tres por ciento de estos fondos, el 97 por ciento está en manos de las comunidades autónomas», ha señalado, mostrándose segura de que todas, en sus programaciones, «incluirán inversiones en regadío», a lo que ha añadido que, por parte del Ministerio, esa cantidad que alcanza los 500 millones de euros, «se dedicará a la concentración cooperativa, al crecimiento de la industria de la alimentación y a la innovación».
ESTRATEGIA NACIONAL DE REGADÍOS
Según ha aclarado, en este marco nacional se ha contemplado incluir las nuevas transformaciones en regadío que se declaren de interés general y que estén integradas en planes coordinados de obras. Para ello, se está elaborando una Estrategia Nacional de Regadíos, con los objetivos principales de generar empleo y riqueza; incrementar la eficiencia en el uso del agua y la energía y el respeto al medio ambiente; conseguir una financiación eficiente y mejorar el marco normativo y de la gobernanza institucional.
También ha adelantado que este trabajo deberá ser refrendado en la próxima Conferencia Sectorial, para comenzar después el proceso de aprobación por la Comisión. Así, «podremos afrontar los grandes retos de la gestión de este recurso escaso que es el agua, haciendo un uso lo más eficiente posible, tanto desde el punto de vista de la producción obtenida como de la energía consumida en su utilización», ha remarcado.
COMUNIDADES DE REGANTES, «IMPRESCINDIBLES»
A su vez, la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha asegurado que las comunidades de regantes «son parte imprescindible en el desarrollo y la modernización del regadío» y representan «un ejemplo de cómo la colaboración público-privada permite conectar los intereses sectoriales con los objetivos de las políticas generales, logrando generar riqueza en zonas cuyo desarrollo socioeconómico está vinculado al uso del agua».
Isabel García Tejerina ha resaltado cómo «sin la colaboración de las 7.196 comunidades de regantes que hay en España, y de otros colectivos de riego, esta creación de riqueza no sería posible».
En su intervención, la ministra ha afirmado que el regadío es una prioridad para su Departamento, ya que constituye un instrumento «imprescindible» de crecimiento, desarrollo del medio rural y de fijación de la población. En concreto, el regadío aporta cerca de un dos por ciento del PIB y da empleo a entre el 30 y el 40 por ciento de la población ocupada, tanto directamente en el sector agrario como en la industria agroalimentaria asociada.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Huelva, Ignacio Caraballo, que ha dado la bienvenida a todos los regantes, ha defendido la agricultura onubense con «unos agricultores valientes que luchan día a día por mejorar e innovar en sus explotaciones y apostando por la calidad y el medio ambiente».
Caraballo ha destacado la necesidad de avanzar en el trasvase del Condado y en el Plan Forestal de la Corona Norte de Doñana, en fortalecer el sector del turismo y en la eliminación de las balsas de fosfoyesos.
El alcalde, Pedro Rodríguez (PP), ha subrayado la agricultura onubense, así como que «Huelva es una ciudad por descubrir» invitando a los regantes a que paseen por sus calles.