Pedro Jiménez, portavoz municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Huelva, anuncia que defenderá en el próximo Pleno una moción en la que pide que el Consistorio manifieste su rechazo a cualquier tratado que como el de Libre Comercio EEUU-UE se viene negociando de manera oscurantista.
Según Izquierda Unida, “el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión entre Estados Unidos y la Unión Europea viene negociándose entre gobiernos, con la participación de grandes corporaciones, a espaldas de la ciudadanía: ni los documentos de negociación, ni la contribución de los distintos actores, las agendas o las reuniones con la industria son públicos”. Además, Pedro Jiménez asegura que a las negociaciones no han sido llamados representantes de los trabajadores o de las organizaciones de consumidores y eso “resulta enormemente preocupante para Andalucía”.
Pedro Jiménez apunta en la iniciativa plenaria que “Estados Unidos pretende que las empresas puedan denunciar a los Estados si aprueban una ley que perjudique a la actividad empresarial que se hubiera aprobado anteriormente”. Esto significaría, dice la moción, dar un nuevo derecho y poder a las multinacionales estadounidenses para denunciar ante un “tribunal comercial transatlántico” de nueva creación a cualquier ley o decisión judicial de carácter social, ambiental o sanitario”.
Pero hay otro aspecto de los que han trascendido que puede acarrear graves perjuicios a los gobiernos locales, autonómicos y estatales pues, subraya IU, otra de las demandas claves de las patronales en todas las negaciones comerciales ha sido garantizar que la compra pública (contratos de gobiernos locales, autonómicos, estatales) sean abiertos a la competición global, especialmente de cara a los recientes programas económicos que pretenden favorecer contratos con pequeñas empresas locales frente a las empresas multinacionales como una vía de apoyar las economías locales para recuperarse de la crisis financiera, poniendo en riesgo los criterios de apoyo a la compra local o los avances que se puedan realizar en materia de cláusula social o compra ética.
El texto que presenta Pedro Jiménez al pleno recalca que el Tratado afectará negativamente a la actividad agrícola y ganadera que se desarrolla en Andalucía. La iniciativa asegura que “aunque la UE no permite legalmente la carne con hormonas, ni los pollos tratados con un elemento tóxico como es el cloro, ni los piensos transgénicos, ni los cerdos criados en jaulas de hacinamiento en batería, la UE sí reconocerá globalmente la seguridad alimentaria de la carne estadounidense para que pueda tener un acceso libre al mercado europeo y llegar a sus tiendas y consumidores”. En el caso del campo andaluz, éste tendrá que enfrentarse a la entrada de productos alimentarios fuertemente subvencionados.