A raíz de la concesión del Premio Nobel a nuestro moguereño más universal, el interés por conocer y bucear en las jentes y cosas del Moguer que inspiraron a Juan Ramón a escribir su elejía hace que, a pocos meses de la entrega del premio, un semanario americano de primer nivel, concretamente la revista Life, decida encargar a uno de sus fotógrafos un reportaje sobre aquel pueblo andaluz casi desconocido hasta entonces.
En la primavera de 1957, Mark Kauffman llega a Moguer con un cometido claro: Plasmar a través de instantánea artísticas a color las sensaciones, sentimientos y valores contenidos en los diferentes capítulos de la obra que recientemente había sido galardonada con la distinción de la Academia Sueca, utilizando los escenarios reales que inspiraron al poeta. Para dicha empresa cuenta con la ayuda de tres moguereño de excepción: D. Emilio Gutiérrez quien aportaría conocimiento sobre el poeta del que era sobrino, D. Víctor Vázquez Terry, que ayudaría al americano con su chapurreo del inglés y Don Carmelo Redondo Robles quien aportaría sus conocimiento sobre lugares y parajes .
Como resultado el paisaje y paisanaje moguereño quedaron capturados a través del objetivo del americano en más de 300 fotografías y sirvieron para recrear el pueblo que JRJ nos presenta en Platero y presentarlo a todo el mundo a través de las dos ediciones de la Revista Life, la americana en agosto de 1957 y en la española algunos meses después.
Este mes queremos presentar como pieza destacada los dos ejemplares de las revistas que albergaron dicho reportaje así como un documento audiovisual en el que disfrutar la colección completa con la que Mark Kauffman interpretó el Platero de JRJ y queremos compartirlas con aquellos niños que en su día fueron protagonistas de la presentación oficiosa de Moguer al resto del mundo.