Una vez más, la Mesa de la Ría manifiesta su «consternación y bochorno» ante la noticia del premio concedido a la empresa Atlantic Copper por su Gestión medioambiental. «Otra vez comprobamos como la Junta de Andalucía no actúa con honestidad y le falta al respeto a todas las pequeñas y medianas empresas que realizan un esfuerzo extraordinario para producir con la máxima consideración al Medio Ambiente», aseguran.
Desde la Mesa de la Ría afirman que la Administración «se olvida de que Atlantic Copper es una empresa que cuenta con dos sentencias condenatorias por delitos contra el Medio Ambiente (por gestión ilegal de residuos peligrosos) y que es responsable de emisiones a la atmósfera de concentraciones de Arsénico, que según la Universidad de Huelva respiramos con demasiada frecuencia en el área metropolitana de Huelva». Su matriz (Freeport McMoran), aseguran, «es ejemplo de una constante vulneración ambiental y de derechos humanos en sus minas de cobre de Indonesia».
La Mesa de la Ría, continúan, «no puede estar de acuerdo con este galardón, absolutamente inmerecido por actuaciones como las que derivaron en la sentencia penal por la que se condenó a esta empresa y a su directivo Patricio Barrios, donde se puso en evidencia los vertidos de millones de toneladas de residuos altamente tóxicos en la cuenca minera y que hoy día aún permanecen allí».
Según apuntan desde la asociación onubense, «en el procedimiento penal 99/99, se demuestra que Atlantic Copper obtuvo un beneficio fraudulento de cincuenta millones de euros con la gestión ilegal y depósito en la Mina de Riotinto del residuo denominado “Ácidos Débiles” transportado por la empresa «Morillo» desde Huelva hasta la mina y vertido allí a lo largo de los catorce años que ha durado esa situación de ilegalidad encubierta de forma intencionada por la propia Junta de Andalucía. Esta sentencia penal condenatoria supuso una ridícula multa de 5 millones de pesetas y un año de cárcel para el directivo de Atlantic Copper Patricio Barrios.
Existe además otra sentencia penal condenatoria contra esta empresa: la 64/10 del Juzgado nº 2 de lo Penal de Huelva, pendiente de ejecutar por una inexplicable inacción y permisividad de la Junta de Andalucía.
En este relato de tropelías cometidas por esta empresa galardonada por la Junta de Andalucía, tenemos que añadir además que Atlantic Copper fue la responsable absoluta del cierre de las minas de Riotinto y culpable de que la actividad de la cuenca minera ahora resulte tremendamente comprometida para que pueda reiniciarse por la cantidad de residuos industriales que ha vertido ilegalmente, los cuales Emed Tartessus tendrá que tratar con carácter previo al inicio de la actividad.
No podemos olvidar el reciente episodio que la Mesa de la Ría denunció en Europa y ante la fiscalía provincial de medio ambiente, en el que una nube tóxica procedente de Atlantic Copper recorrió el cielo de Huelva, y que ni la Junta de Andalucía ni la autoridad judicial ha inspeccionado ni sancionado, pese a que produjeron incluso hospitalizaciones de afectados».
Para finalizar, desde la Mesa de la Ría señalan que «resulta paradójico que la Junta de Andalucía galardone a una empresa que además recibe subvenciones públicas de la misma Administración – más de 11 millones de euros en los últimos años – para mejorar su competitividad frente a empresas rivales europeas sin que eso beneficie al medio ambiente y a los ciudadanos de Huelva».
MESA DE LA RÍA CONSIDERA MÁS ADECUADO QUE EL GALARDÓN SE DENOMINE «JOSE PABLO VAZQUEZ HIERRO»
La Mesa de la Ría, además, considera inadecuado se utilice el nombre de la exconsejera de Medio Ambiente Cinta Castillo, para un premio ambiental a «toda una carrera profesional», ya que, recuerdan, «fue durante su mandato cuando se otorgó en 2008 la Autorización Ambiental Integrada a Fertiberia, la cual le permitió continuar con los vertidos de fosfoyesos a pesar de haber recaído sobre la misma una sentencia condenatoria de la Audiencia Nacional que a todas luces calificaba dicha actividad como ilegal». La Mesa de la Ría considera que «si ha existido una persona que verdaderamente se haya distinguido por sus valores medioambientales, así como por la defensa de un desarrollo económico y social sostenible durante toda su carrera profesional, se trataría sin duda del arquitecto onubense y fundador de la Mesa de la Ría José Pablo Vázquez Hierro, persona que por tanto resultaría mucho más apropiada para que diera nombre a dicho premio».