La tradicional y emotiva puja de la vara cierra una edición en la que tanto la Hermandad como el Ayuntamiento hacen un balance positivo, puesto que se ha desarrollado sin incidentes de importancia, lo que demuestra, según sus responsables, que ha funcionado el dispositivo de seguridad y servicios organizado por el Ayuntamiento, la Subdelegación del Gobierno y la Hermandad. Su presidente, Julián Pérez Segura, ha agradecido la participación de los cartayeros en todos los actos.
Cartaya está de resaca romera y, como es habitual, toca hacer balance. En eso andan la Hermandad de San Isidro Labrador y el Ayuntamiento de Cartaya que coinciden en señalar el éxito de la edición de este año, ya que, un año más y según ha destacado el presidente de la Hermandad, Julián Pérez Segura, “se ha volcado todo el pueblo, con un camino de ida multitudinario y con momentos llenos de emoción durante todo el fin de semana en la Pradera”.
Pérez Segura ha destacado “la ausencia de incidentes de importancia y la absoluta tranquilidad con la que se ha desarrollado la fiesta romera”, a lo que ha contribuido el buen funcionamiento del dispositivo de seguridad y servicios que han puesto en marcha el Ayuntamiento y la Hermandad, con la colaboración de la Subdelegación del Gobierno en Huelva, la Guardia Civil, Bomberos, Protección Civil y por primera vez, Cruz Roja. En este sentido, el alcalde, Juan M. Polo ha destacado el éxito organizativo de la romería y ha agradecido “el trabajo de la hermandad, y la colaboración de los romeros y de todas aquellas personas que han trabajado para que todos disfrutemos de una buena romería”, así como la “excelente respuesta ciudadana, puesto que los/as cartayeros/as han respaldado con su presencia los actos organizados, tanto en el casco urbano como en la pradera”.
Precisamente en este entorno se vivió en la tarde del domingo uno de los momentos más emotivos de la fiesta romera, el traspaso de la vara de San Isidro a sus nuevos hermanos mayores, Isidro Vaz Rodríguez y María del Carmen Rodríguez García, tras una emocionante puja que se desarrolló en la explanada de la ermita y que se prolongó durante buena parte de la tarde. Finalmente este cartayero, histórico de la celebración y de la hermandad, de la que es presidente honorífico y a la que pertenece desde hace más de cuarenta años, se hizo con la vara por 8.000 euros, momentos antes de que la comitiva romera iniciara el camino de vuelta al municipio con el estandarte del Patrón de los Agricultores, que llegó al casco urbano al filo de la medianoche.
Concluía así una fiesta romera que, entre otras imágenes para el recuerdo, ha dejado un Camino de Ida multitudinario, y la procesión del Santo por la ermita el sábado por la noche, a la luz de las antorchas que portaban la junta de gobierno de la hermandad, los hermanos mayores y los representantes del resto de hermandades de gloria y penitencia de la localidad.
Y el domingo al mediodía se celebró la concurrida Misa de Romeros en honor a San Isidro, en la explanada de la ermita, oficiada por el cura párroco de la localidad, Manuel Domínguez, cantada por el coro de Aljaraque, y presidida por las autoridades militares y civiles, con el alcalde, Juan M. Polo, a la cabeza, y con la participación del resto de hermandades de la localidad y de otras muchas de los municipios vecinos, que ofrecieron flores al santo.
Fueron algunos de los momentos más especiales de cuantos se vivieron en el recinto romero, y que quedan ya para el recuerdo de una edición de la romería cartayera que se ha cerrado con un balance muy positivo, según la Hermandad, que organiza con la colaboración del Ayuntamiento, y que se ha cerrado sin incidentes de importancia.