Algunos, pocos, es cierto, nos quejamos del nivelito de los políticos en general, del grado de formación y conocimientos cuando no de su pasado profesional, en muchos casos, y cada vez más, simplemente inexistente. Ahora viene el chaval este de la coleta a decirnos que los políticos deben ganar menos aún de lo que ganan, quiere decirse que si en la actualidad es poco atractivo dedicarse a la cosa pública, a gestionar los impuestos que pagamos y poner orden en el país, estos que vienen a arreglarlo todo pretenden que sea menos atractiva aún lo que en la actualidad se está nutriendo en buena medida de las colas del paro, la profesión de político. Muy a nuestro pesar, eso sí.
El mismo muchacho de la coleta y la demagogia populista por bandera (republicana, por supuesto), el que consigue ayudas millonarias del régimen que tiene empobrecida y postrada a la ubérrima Venezuela, se ha autorrebajado el sueldo que tiene consignado como eurodiputado. Viajará en clase turista, como lo que es, un auténtico turista, y los suyos le aplauden. Ole ahí, ese tío que va a hí.
Daremos nuestra humilde opinión sobre esto de lo que ganan o deberían ganar los políticos, y ello a pesar de que a quienes veneran por encima de todas las cosas al chaval que puede, a la izquierda beata quiere decirse, les molestará infinito tamaño atrevimiento. Pero como uno ya está acostumbrado a que cierto tipo de tontos del culo te llamen fascista a la primera de cambios, pues me trae al fresco que me lo llamen una vez más. Y esta es nuestra opinión, humilde sólo por mantener las formas, quede claro:
Los políticos deberían estar mejor pagados de lo que están o han estado hasta ahora. No es normal que en un país que quiera considerarse serio gane más, pero mucho más, el seleccionador nacional de balonmano que el presidente del gobierno; y no es tampoco muy normal que un alcalde contrate a un cantante de moda que en una sola actuación gane más que el alcalde en todo el año y un trimestre del siguiente; o que un presidente de una triste diputación sea considerablemente más pobre que el contratista con el que acaba de firmar una obra pública y ahora está almorzando con cargo a los presupuestos provinciales de la provincia, que digo yo que el millonario podría pegarse un detalle, pero no, lo normal es que el presidente tire de visa pública y le pague los langostinos al milloneti. Después, que quieren ustedes que les diga que no sepan ya, pasa lo que pasa.
Sueldos atractivos atraerían a la política a gente más brillante, mejor preparada y por supuesto más honrada. Es cosa sabida y si no se lo preguntan al sociólogo más cercano o al que tengan más a mano, que una persona con formación, educada y con un poso cultura que incluye un código ético y moral mamado y aprehendido, es más complicado sobornar que a Perico el de los palotes, ese que usted conoce igual lo conocemos todos, ese que se sacó el carné del partido quitándose la mano de atrás y dejando sólo la de delante con objeto de mostrar sus buenas intenciones.
De modo que si queremos que el país progrese, hagamos lo que se hace en la mayoría de los países llamados ricos, en los regímenes democráticos que, digan lo que digan, son aquellos que, como España, tienen la mejor calidad de vida y el mayor bienestar posible de todo el mundo. Y el que no se lo crea, que se vaya a Venezuela con el coletas y de paso se trae unos milloncejos de euros para formar un partido lindo y precioso que se oponga a las prospecciones petrolíferas en Baleares y Canarias, que si queremos petróleo, qué tontería es esa de sacarlo de nuestros fondos marinos, estando el de Venezuela como está al servicio de todos nosotros.