Miguel Ángel Delgado, coordinador local de UPyD en Huelva, afirma que el «reglamento de participación ciudadana aprobado en su día por el pleno del ayuntamiento de Huelva, se encuentra desfasado en el tiempo y sin cumplir la mayor parte de su articulado».
Este reglamento, apuntan, «se basa en un principio fundamental: facilitar la participación ciudadana en todas las acciones que desarrolle el ayuntamiento».
A pesar de todo ello, asegura Delgado, «tanto las Juntas de Distrito, como el Consejo del Movimiento Ciudadano, así como los Consejos Locales Sectoriales son inexistentes.
Nos encontramos con la existencia de una gran brecha de comunicación entre el ciudadano y las instituciones. La presencia vecinal en la administración es prácticamente inexistente.
En reiteradas ocasiones nuestra formación, ha pedido la revisión del reglamento de participación ciudadana de manera que diera respuesta a una demanda ciudadana de participación directa en los plenos, lo que ha sido avalado por la Federación de municipios y provincias quienes recogen que hay un porcentaje elevadísimo de personas que no pueden o no quieren pertenecer a asociaciones y tienen el derecho a participar en la gestión de los asuntos públicos de su ciudad. Esto ya es una realidad en muchos municipios andaluces.
Por todo ello, UPyD en Huelva hace una petición formal al ayuntamiento proponiendo una serie de medidas de aplicación inmediata como:
• que se facilite la participación individual, habilitando de manera periódica un turno de intervención ciudadana en el punto de ruegos y preguntas de los plenos ordinarios, como complemento a las clásicas formas de asociacionismo vecinal.
• que los plenos se celebren siempre en horario de tarde para facilitar la participación vecinal y asociativa.
• que éstos se puedan seguir, en directo y en diferido, por la página web del ayuntamiento.
• que tanto los ciudadanos como las asociaciones puedan acceder a la información de los expedientes que se tratan en los plenos, y
• que se fomenten vías de participación basadas en las nuevas tecnologías.
Cada día es más evidente el distanciamiento entre la ciudadanía y sus representantes políticos lo que degrada la estructura democrática por la pérdida de confianza», finaliza Delgado.