Una tortuga laúd (‘dermochelys coriácea’) cercana a los dos metros de longitud ha aparecido este martes con evidentes signos de descomposición en el margen izquierdo de la desembocadura del Guadiana, en las inmediaciones de Isla Canela (Ayamonte), según ha informado en una nota de prensa el Club Bajamar ayamontino.
Asimismo, desde la Junta han indicado a Europa Press que sobre las 09,40 horas de este martes un alertante llamó al 112 para informar sobre el hallazgo de una tortuga, la cual estaba en avanzado estado de descomposición en la zona de Isla Canela. Por ello, dieron aviso al Ayuntamiento de Ayamonte para que procediera a la retirada y entierro del animal.
Desde el Club Bajamar han indicado que esta especie, la mayor de todas las tortugas marinas, se desplaza por los océanos miles de kilómetros en su periplo vital y subsiste gracias a las medusas, que forman la parte fundamental de su dieta, de las pueden comer diariamente el equivalente a su propio peso, jugando así un papel muy importante en el mantenimiento del equilibrio ecológico marino.
Recuerdan que a la tortuga laúd, declarada en peligro de extinción inminente, no le faltan depredadores; desde mapaches, perros, lagartos o aves que expolian sus nidos de huevos en las playas de arenas blandas de México, Costa Rica, Surinam o la Guayana Francesa donde las hembras hacen sus puestas hasta orcas y tiburones en su fase adulta.
No obstante, remarcan que los principales problemas para esta tortuga vienen de «la amenaza del ser humano: contaminación de los océanos con petróleo o aceites de los motores, choques con embarcaciones, apresamiento en redes comerciales de pesca o la muerte por ingestión de bolsas de plástico que tragan confundiéndolas con las medusas».