La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha concluido las obras del punto limpio de recogida de residuos sólidos urbanos del municipio de Bonares, que ha supuesto una inversión de 277.958 euros y la generación de 1.833 jornales. Con esta iniciativa, que beneficiará a una población cercana a los 6.000 habitantes, la Junta de Andalucía quiere dotar a esta localidad de una adecuada infraestructura para la gestión de las basuras.
La construcción de esta instalación, financiada al 80% por Fondos de Cohesión de la Unión Europea, se enmarca dentro del Plan Director Territorial de Gestión de los Residuos No Peligrosos de Andalucía 2010-2019.
Los puntos limpios son lugares acondicionadas convenientemente para la recepción y acopio de residuos domésticos aportados por particulares y que no deben ser depositados en los contenedores habituales situados en la vía pública. Las instalaciones de recogida selectiva y específicos están dotadas de viales, áreas de carga y descarga, contenedores para específicos y cerramiento perimetral.
En el caso de Bonares, esta infraestructura se ha preparado para recibir residuos de aceites usados, pilas usadas, material de fotografía y radiografías, mobiliario y madera, escombros, chatarras, residuos líquidos (disolventes, barnices, tintes…), vidrio, aceites usados minerales y orgánicos, material eléctrico y electrónico, baterías y filtros, envases y residuos de envases, fluorescentes, textiles, papel y cartón, y restos de poda y jardinería. Para su construcción, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha contado con la colaboración del ayuntamiento de este municipio onubense.
Puntos limpios
Estas instalaciones son elementos claves para el desarrollo de la normativa que regula la gestión de los aparatos y residuos eléctricos y electrónicos. Mediante esta disposición la Junta pretende potenciar su recogida selectiva, fomentar la creación de grupos de gestión autorizados e intensificar la construcción de infraestructuras para su tratamiento.
La normativa comunitaria impone a los países miembros la obligación de tratar adecuadamente los residuos, por lo que es necesario la implantación de instalaciones de tratamiento o de recuperación de los productos reutilizables; así como de puntos limpios, plantas de transferencia y centros de acondicionamiento.
Por su parte, la Ley autonómica de Gestión de la Calidad Ambiental tiene como prioridad la reducción de la producción de los residuos en origen, la reutilización y el reciclaje. El destino final de las basuras deberá orientarse a su valorización, fomentando la recuperación de los materiales y depositando los residuos en vertederos cuando no existan otras alternativas viables. Según esta norma autonómica, los municipios deben disponer de puntos limpios para la recogida selectiva de residuos de origen domiciliario.