La peor racha jamás conocida de derrotas del Decano en Segunda, ha llegado tras la debacle en Butarque. El equipo se ha ido de la competición. La defensa no defiende, y muchos jugadores se quedan en la zona del área como nos quedamos viendo el paso de la Virgen de la Victoria, sin pestañear. El gol no llega porque las ocasiones no se generan. Este Recre necesita volver a comenzar una nueva liga el día cuatro de enero en Sabadell.
Recuperar a los lesionados y sancionados para imaginar que estamos en pretemporada y hacer las mismas cosas que hicieron todos en los meses de septiembre y octubre.
Ya no vale justificación sobre el retraso de las dos nóminas que a día de hoy debe el club a la plantilla. Han sido los mismos jugadores y el entrenador los que han vuelto a decir que no han perdido cinco partidos seguidos por las irregularidades en los pagos.
El qué ha pasado pertenece al análisis individual de cada uno y de las percepciones que podamos sacar.
Yo opino que las lesiones, las sanciones y el hablar mucho de los temas económicos, ha descentrado a la plantilla.
Sabiendo que el jugador es egoísta, hay que quitarle todas las excusas posibles para que no utilicen justificaciones varias que deje sin armas al técnico para una exigencia. Quiero decir que es prioritario resolver lo económico cuanto antes. El cómo no lo sé como lo resolverá una empresa propietaria sin una boyante cuenta corriente, y un accionista como el Ayuntamiento con la imposibilidad de aportar nada, económicamente hablando.
Ha llegado el desencanto a la afición y la esperanza de ver a un Recre nuevo en 2015 pasa por el acuerdo con Hacienda y la búsqueda de dinero para que antes del partido contra el Sabadell, las nóminas estén pagadas.
De no ser así, mal comienzo del año auguro al Decano.
El mal rollo no es bueno para nadie, y a este punto y hora es una evidencia la distancia que hay entre las patas que soportan al Recre.