(Texto y fotos: José Luis Rúa) La mañana en la marisma de Ayamonte se presentaba soleada pero con un cierto fresco que invitaba a mantenerse abrigado. Los puestos se iban levantando en el lugar adjudicado. Mucho espacio quizás quedaba vacío y los que habían abierto mesa, retrasaban su repoblación de objetos, como con miedo a provocar una disfunción. Los artesanos o vendedores más tardíos se dejaban acariciar por el calor de los rayos de sol, que neutralizaba el viento de poniente.
Con el paso de las horas la explanada del Molino del Pintado se pobló de tenderetes con una inmensidad de objetos diversos. La música puso el tono adecuado a la mañana, de la mano de Chipi. Paula, de Platalea, ultimaba detalles y avisaba al público de la inauguración de la exposición de pintura.
Las componentes del taller de pintura de Ayamonte, “El rellano”, invitaban y acompañaban a la gente a recorrer la sala para disfrutar de las cerca de veinte obras que allí colgaban. Tanto Fátima, como Gema, Maribella o Ela se multiplicaban para atender a los visitantes, o para explicar alguna de las características de la obra allí expuesta. A la salida de la sala, una copa de vino regaba las secas gargantas y comentarios de admiración sembraban el quicio de la puerta y sus alrededores.
Minutos más tardes, Diego Mesa, en el mismo espacio multiusos, presentaba al poeta luso Fernando Cabrita, con su poemario “Lejos de Sefarad, poemas de la ciudad de Lucena”. Cálidas palabras para la presentación y máxima atención para escuchar al autor. Con la sala llena, que no por pequeña deja de ser majestuosa, y volcada en atender las explicaciones de Fernando, supo identificarse con cada concepto y supo aplaudir la lectura fluida de versos, tanto en portugués como en castellano. Y es que Fernando Cabrita experto poeta, sabe darle a cada palabra el tono y el ritmo que se necesita, para que los asistentes se los puedan llevar cómodamente en los bolsillos.
Jornada intensa, amena y gratificante, quizás para unos más que para otros, pero que en el balance definitivo invita a esperar con ansiedad la nueva cita de este mercadillo de artesanía y segunda mano. Tal vez el complemento importante del arte ya sea en forma de pinceladas o de palabras sueltas, ayuda a mantener y motivar a sus responsables. Para febrero, para el domingo 8, se volverán a abrir los muestrarios de este mercadillo alegre e interesante. Hasta entonces, recordémoslo como fue.