Nuestros mayores, y los que no lo son tanto, han recibido este mes la comunicación oficial de la esperpéntica miseria que el gobierno les ha concedido como aumento.
La cuestión se repite tras la raquítica subida del Salario Mínimo Interprofesional, cubriendo con otra fantasmagórica sábana demagógica una vergüenza europea y nacional más.
La ridícula subida de las pensiones viene a demostrar el buen humor del que goza nuestra población sexagenaria, esa que no ha llegado a los setenta pero los ronda y es la que más se mueve por la calle o al menos con la que más trato.
A sabiendas de que la esperanza de vida, por ejemplo para los hombres, se sitúa en los 79,9 años y que les queda que aguantar dos o tres legislaturas de políticos, politiquillos y politicuchos que de una u otra manera no son capaces de facilitar la vida a quienes se la han dejado trabajando, nuestros pensionistas bromean con la subida de entre 2 a 5 euros y se invitan unos a otros a un único chato, que es para lo que da, brindando con una ocurrente sorna acompañada de todo tipo de ingeniosos calificativos por los ineptos que debían dimitir si no han sido capaces de deshacer el entuerto a cambio de sus opíparos salarios.
La Eurostat, Agencia Estadística Europea, reconoce que en España muchos pensionistas rondan el Umbral Técnico de la Pobreza pero eso a Europa, al igual que a nuestro gobierno, le importa un comino mientras nos ponen indecentemente como ejemplo a seguir, demostrando una apreciable falta de moralidad por parte de todos los interlocutores.
Rajoy, recordándome los cuentos de “Antoñita La Fantástica”, comentó que se trataba de aumentos “modestos”, aunque señaló que tendrán un mayor efecto en la capacidad de compra al coincidir con “una inflación que es igual a cero o negativa”. Que venga y le explique a mis amigos cómo aumentas tu capacidad de compra con dos euros al mes. Mentir no está bien; hacer lo contrario de lo que prometes está peor pero reírte de los mayores, a la vez que permitir que se vayan hundiendo en la miseria, no tiene calificativos.
A todas luces, la política antisocial que se nos está infringiendo sigue hundiendo poco a poco a una población que ya no cree en nada ni en nadie y a la que solo le falta que le quiten el derecho al voto.
Haciendo alusión al refrán “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”, sería conveniente que nuestro elenco político esté pendiente esta noche del resultado de las elecciones en Grecia. Lo mismo se lleva una asombrosa sorpresa.
1 comentario en «Laberinto social.
¿Capacidad de compra?.
[Federico Soubrier]»
Pero es que encima nos quieren poner de tonto, nos viene con el año de la creación de empleo, que si las pensiones no bajan ect.ect. Si la electricidad ha subido un 4% el gas el agua,los comestibles, que me soluciona a mi el 0.25%, en fin esperemos que se vayan los inutiles de gobernantes que tenemos, este pais nesecita un cambio ya