Mesa de la Ría considera que la planta depuradora y vertidos de Repsol en Mazagón no pueden autorizarse sin estudio de Impacto por su afección a Doñana.

Este colectivo, que por un lado quiere remarcar el gran logro de la lucha ciudadana, y en especial de los vecinos y vecinas del Barrio de El Matadero, por la paralización de los vertidos de camiones Repsol en Huelva, considera que no se debe trasladar a Mazagón el mismo problema.

Mesa de la Ría que denunció los vertidos de miles de camiones cisterna en barriada del Matadero, que provenían de la linde del Parque Nacional de Doñana a una arqueta municipal, a organismos como el Ayuntamiento de Huelva, Aguas de Huelva, Junta de Andalucía, Comisión Europea y Defensores del Pueblo Andaluz y Español, considera un gran éxito que dejen de verterse residuos de origen industrial en la depuradora de Huelva, no preparada para ello, según informó ayer un periódico local.

Ahora bien, parece un contrasentido que tras la denuncia efectuada el Ministerio se autorize ahora una depuradora sin Estudio de Impacto ambiental a sólo 100 metros del Parque Natural de Doñana, además de sus vertidos, los que sin duda podrían afentar a las costas de Mazagón, Matalascañas y Doñana.

Más aún, cuando en un reciente escrito del pasado mes de diciembre, la Defensora de Pueblo Español, Soledad Becerril, ha informado a la Mesa de la Ría que las autoridades Españolas aún no han remitido el Estudio de Impacto Ambiental solicitado de las iniciales autorizaciones de REPSOL.

Mesa de la Ría considera que la Junta de Andalucía, que está aún pendiente de autorizar tales vertidos, debería impedirlos ya que no están adecuadas las actividades a las exigencias de su propia legislación, poniendo en riesgo el Parque Nacional de Doñana, hecho que fue denunciado por este colectivo ciudadano a Europa, al carecer de la Autorización Ambiental Unificada (AAU), y que dicha denuncia fue debatida en el Parlamento Europeo, donde el representante de la Mesa de la Ría expuso como las administraciones andaluzas han tratado a Andalucía como “el oeste salvaje ambiental”.