La Junta de Andalucía ha instado a las pymes y a los autónomos de la provincia a que mejoren su seguridad en el trabajo, para lo que la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo concede incentivos para la realización de proyectos e inversiones en materia de prevención de riesgos laborales, incluida la compra o renovación de sus equipos de seguridad laboral, que en esta convocatoria amplía la ayuda del 50% al 75% de la inversión.
Las subvenciones, que pueden solicitarse hasta el 25 de abril y tienen como objetivo fundamental propiciar que las pymes y autónomo mejoren las condiciones de seguridad y salud de los centros de trabajo de Andalucía, recogen una horquilla que va desde los 1.500 hasta los 18.000 euros en incentivos, para lo que se ha previsto en la nueva convocatoria un presupuesto de 1,8 millones de euros.
Asimismo, esta nueva orden da prioridad a las solicitudes presentadas para proyectos de mejora de la protección en los casos de exposición a sílice (empresas de transformado del cuarzo); agentes cancerígenos, mutágenos y teratógenos (malformaciones); para el control del ruido en la industria de la madera o para implantar dispositivos de prevención del vuelco de maquinaria.
También se han incluido como prioritarios los proyectos de ergonomía participativa (estrategias para prevenir los trastornos musculuoesqueléticos por las cargas físicas en los centros de trabajo) o de mejora de la ergonomía en la industria agroalimentaria. En todos estos casos, los proyectos contarán con una puntuación final que será el resultado de multiplicar por un coeficiente de 1,5 su valoración inicial.
La primera línea de ayudas, que recoge una horquilla de entre 2.000 y 18.000 euros con un máximo del 75% de la inversión, está destinada a incentivar proyectos que mejoren la estructura preventiva propia en la empresa, como la implantación de servicios de prevención propios o mancomunados; la formación en seguridad laboral o los gastos de contratación de técnicos de seguridad.
La segunda línea de ayudas, que incluye los mismos incentivos económicos que la anterior, financia la puesta en marcha de proyectos que faciliten el cumplimiento de la normativa en materia de seguridad laboral. Se incentivan tanto los programas de actuación específicos para prevenir accidentes que haya sufrido la empresa como el diseño de sistemas de gestión de seguridad y salud Laboral; los diagnósticos de riesgos emergentes; los planes de formación específica o estudios ergonómicos y psicosociales, entre otras medidas.
La tercera línea de incentivos que incluye la nueva orden, recoge ayudas de entre 2.000 y 18.000 euros, con un máximo del 75% de la inversión, para la implantación de nuevos equipos y medidas de seguridad. Se subvenciona desde la adaptación hasta la compra de equipos de seguridad en los distintos sectores, incluyendo por ejemplo la sustitución en el sector de la construcción de andamios de trabajo antiguos o defectuosos por aquellos que se ajustan a la normativa europea; las instalaciones necesarias para prevenir riesgos químicos, o los equipos necesarios para la maquinaria y tractores agrícolas y los trabajos de transformados de cuarzo.
Por último, la cuarta línea de ayudas, que recoge incentivos de entre 1.500 y 12.000 euros con un tope del 75% de la inversión, incluye subvenciones destinadas a promover el diseño de proyectos innovadores y el desarrollo e intercambio de buenas prácticas preventivas entre las empresas.