La Guardia Civil, en el marco de la operación “Kozel”, desarrollada en Algeciras, ha procedido a la detención de 33 personas pertenecientes a una organización dedicada a la introducción y distribución de tabaco de contrabando procedente de Gibraltar.
En la operación se ha realizado 15 registros en quioscos, bares y establecimientos donde se vendía el tabaco de contrabando y se hanintervenido 41 vehículos utilizados para el transporte del tabaco y 33.000 euros en metálico procedente de su venta.
La operación se inició cuando la Guardia Civil detectó a un grupo de personas que podría estar dedicándose a la introducción de tabaco procedente de Gibraltar a la Línea de la Concepción (Cádiz), para luego distribuirlo por el resto de Andalucía.
Fruto de las primeras investigaciones los agentes pudieron constatar que se trataba de una organización dedicada al contrabando de tabaco por lo que se estableció un dispositivo de vigilancia y seguimiento sobre estas personas dando como resultado la detención de sus integrantes.
Vehículos con doble fondo y “matuteras”
La organización introducía el tabaco en vehículos con dobles fondos por la aduana de La Línea de la Concepción (Cádiz) y por personas que lo llevaban adosado al cuerpo (matuteras). Para ello disponían de una gran flota de vehículos que permitía el cambio constante en el paso aduanero.
Una vez introducido el tabaco de contrabando, disponían de varias “guarderías” (casas para guardar el tabaco) en La Línea de la Concepción. La organización variaba el almacenaje del tabaco frecuentemente para dificultar la labor policial.
Posteriormente, para distribuir el tabaco de contrabando quedaban en un área de servicio con los compradores con los que previamente se había acordado la cantidad requerida y el precio pactado del tabaco.
En estos desplazamientos la red utilizaba vehículos lanzaderas encargados de avisar de presencia policial en el trayecto a recorrer y contaba con puntos de vigilancia estáticos en la entrada al área de servicio.
Una vez realizado el intercambio, los compradores se dirigían a las localidades de Lepe y Ayamonte (Huelva) y Paterna de la Rivera (Cádiz) para distribuirlo en kioskos, establecimientos de ultramarinos y domicilios particulares, desde donde se ponía la venta al público.
El precio de cada cajetilla venía fijado desde el origen, es decir desde los cabecillas de la organización en la Línea de la Concepción, para que el margen de beneficios para cada escalón de la organización fuera el correspondiente.
Se estima que la organización ha podido obtener unos beneficios de 192.000 euros al año.
La operación ha sido desarrollada por agentes del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de La Línea de la Concepción (Cádiz).