Un año más, la familia diocesana de Huelva se reunió para celebrar la Pascua de la Familia, que convoca la Delegación Diocesana para la Familia, y que este año ha tenido como escenario el Santuario de Santa María de la Blanca, en Villablanca.
El obispo, José Vilaplana Blasco, presidió el pasado domingo, 19 de abril, la Eucaristía que daba comienzo a la jornada, una celebración que contó con los cantos del Coro Romero de Villablanca. Especialmente valorada fue también la presencia de nuestro obispo emérito, Ignacio Noguer, quien a pesar de sus dificultades, se unió a este encuentro jubiloso de la familia. Al finalizar la Misa, se rindió tributo a la Virgen de la Blanca con la ancestral ‘Danza de los Palos’, tan conocida y propia del lugar.
La comida compartida y otros momentos de la jornada permitieron a los asistentes seguir estrechando lazos de amistad y de comunión. Ya por la tarde, se procedió al canto de la Salve y a la despedida, en la que el delegado diocesano para la Familia, José Antonio García Morales, expresó que podían ir en paz “porque vamos llenos de Dios, llenos de su gracia; porque hemos vivido y celebrado su presencia en medio de nosotros, pero debemos llevar la paz de Cristo a los demás. Se nos envía a llenar el mundo de alegría y de esperanza; se nos envía a trabajar por la paz, a consolar a los que sufren, a llevar la Buena Noticia del evangelio. Se nos envía… Y todo esto lo podemos hacer porque Cristo Vive y está aquí en medio de nosotros”.
El tiempo soleado fue una metáfora del clima entrañable y cordial que se vivió en tan hermoso y singular recinto.