El Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer pisará Pontevedra el próximo jueves para tratar de conseguir el ascenso a la División de Honor Plata con un balance de quince victorias consecutivas en el año 2015 después de vencer esta noche por 10-32 en la cancha del Lagoa Académico Clube en Portugal. El equipo que dirige Fernando Castelló ha completado una segunda vuelta de liga inmaculada y ha ganado desde enero sus trece partidos, a los que ha sumado dos victorias más en los amistosos ante el Perdoma y este último ante el equipo portugués. Con este registro de 15 victorias consecutivas, el equipo amarillo actual supera la racha del equipo que disputó la última fase de ascenso hace tres años, que con José Flores en el banquillo encadenó 14 triunfos en partidos oficiales en mitad de la liga 2011-12. Este equipo acabó como segundo y disputó la fase de ascenso de Zarautz, en la que fue campeón, y no pudo ascender al ser cuarto en la fase final de Rentería.
El Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer está en condiciones de soñar con el ascenso a la División de Honor Plata que no pudo conseguir en el año 2012. El conjunto moguereño disputa la fase en Pontevedra la próxima semana ante el Balonmano Cisne, equipo anfitrión, el Balonmano Carabanchel de Madrid y el Balonmano Elda de Alicante, equipos a los que se medirá con una plantilla de 18 jugadores con mucha juventud y un toque de experiencia. La media de edad del equipo que dirige Fernando Castelló es de 23,38 años. De los 18 jugadores que viajan a tierras gallegas sólo tres superan los 30 años y nueve aún no han cumplido los 22. Javi Ollero es el más veterano con 33 años y con 18 Álvaro Quintero y Salva Piosa son los más jóvenes.
Ollero junto con los también moguereños Sergio Cruzado y Alejandro Millán, únicos supervivientes del ascenso a Plata, el antequerano José Jiménez y el sevillano José Francisco Martín disputaron las dos fases del año 2012 en el País Vasco (Zarautz y Rentería). Ellos son los encargados de asumir el papel de ‘Les Experts’, apelativo que recae en los veteranos jugadores de la laureada selección francesa, y aportar su veteranía en una competición dura e intensa. Cifras aparte, el conjunto amarillo se caracteriza por elementos difícilmente medibles pero que indiscutiblemente están presenten en un gran nivel, como la unión, la competitividad, el trabajo y la constancia, cuya suma ha llevado al grupo al éxito.
Este equipo se ha hecho más competitivo bajo la experta batuta del técnico Fernando Castelló, que ha dado un máster acelerado de balonmano a muchos de los más jóvenes para que puedan aportar en una categoría nueva para elols. Nadie se ha creído más que nadie y todos han remado en la misma dirección, en beneficio del grupo, sin egos ni protagonismos, armonizando en la solidaridad necesaria para defender y atacar, en la convicción de que había que mejorar y mejorar.
El paso de las jornadas han perfeccionado la maquinaría y el afán competitivo de la plantilla le ha llevado a conquistar la segunda plaza. El último ejemplo de su mentalidad ganadora tuvo lugar en la jornada final de liga en Tenerife, donde el equipo, pese a no jugarse nada y con el cansancio de haber disputado un amistoso el día anterior, logró doblegar a un de los mejores locales de la competición.
Lo deportivo no se puede explicar sin el factor humano, pues esta temporada el equipo rebosa alegría e ilusión, compañerismo y buen rollo. En su rutina el tópico de ser una piña adquiere un significado especial, pues la unión es sólida, sin fricciones. Y a esa estructura se han sumado para integrarse a la perfección los últimos jugadores en llegar, como Diego Roque y los retornados Javi Ollero y Alejandro Millán. La implicación de los jugadores amarillos ha ido más allá de la pista y por ejemplo han sido los primeros en ir puerta a puerta recaudando fondos para el club, vendiendo papeletas y aportando a la causa, tanto ellos como sus familias, ya sea en Moguer, Dos Hermanas, Sevilla o Antequera.
Y como siempre a veces basta un detalle para hacerse una idea de la dimensión general de lo que no se conoce en su totalidad. Para esta fase de ascenso iba a ser baja el internacional uruguayo Alejandro Velazco. Por motivos de estudios tenía que regresar a su país y tenía asumido de que no podría disputar los tres partidos claves de la temporada. Sin embargo sus compañeros han intervenido para sufragar entre todos el coste del billete para que regrese a Moguer y sea uno más, como merece por su gran temporada, en el intento de conquistar Pontevedra para dar el salto de categoría con el que todos sueñan.
Los encargados de materializar ese sueño son Francisco Martín, Emilio Guerrero, José Jiménez, Isaac Cumbreras, Nacho Sánchez Medrano, Sergio Cruzado, Diego Roque, Alejandro Velazco, Cristian Moll, Gonzalo Álvarez, Fernando Sánchez Medrano, Alejandro Millán, Javi Ollero, Dani Podadera, Alejandro Capelo, Dani Domínguez, Salva Piosa y Álvaro Quintero.