Los resultados electorales de este pasado domingo han dejado en el aire la elección de 22 alcaldías, algunas del peso poblacional de Ayamonte, Cartaya, Isla Cristina, Bollullos, San Juan del Puerto o Trigueros.
Una de las 22 localidades sin mayoría absoluta es Huelva capital, pero la única forma en la que Gabriel Cruz no gobernara sería con un pacto imposible del PP con Ciudadanos y algunas de las otras formaciones con representación. Un imposible.
El PSOE es el partido que a priori tiene más opciones para pescar en el siempre difícil mundo de los pactos electorales en los pueblos, donde los apoyos no se dan siempre en función de la ideología, tal como pasó hace cuatro años en Almonte o Minas de Riotinto, por dar solo dos ejemplos.
El pacto con mayor número de posibilidades es el de Partido Socialista e Izquierda Unida. La coalición podría dar mayorías absolutas al PSOE con acuerdos de gobierno o bien con apoyo puntual para que gobierne en solitario en Calañas, Manzanilla, Paterna del Campo, Punta Umbría, Almonte y Alosno. IU obtendría poco a cambio, porque sus mayorías relativas de Zalamea la Real y Zufre las tiene prácticamente aseguradas, ya que el PSOE precisaría del PP para arrebartárselas o viceversa.
IU también es necesaria para el PSOE, además de la marca que en cada caso representa a Podemos, en Ayamonte y en Aljaraque. En ambos casos en detrimento del PP. Pero en ambos casos no vale con el simple apoyo de la coalición a los socialistas.
La segunda opción con mayores posibilidades es la de pactos de Independientes con el Partido Popular. Los independientes se aseguran gobernar con el apoyo del PP en Bollullos del Condado y en Beas, que será lo más probable.
Pero el mundo local es bien complejo. Como muestra tres botones: Ayamonte, Isla Cristina y Cartaya.
En Ayamonte, donde ha ganado el PP pero con los mismos concejales que el PSOE, lo que a priori podría ser una coalición de izquierdas entre PSOE, IU y el ‘Podemos’ ayamontino choca con las no buenas relaciones entre las tres formaciones. A priori, todo apunta a que el PP podría gobernar con el apoyo del PA, formación con la que ha compartido oposició y críticas a los socialistas.
En Cartaya las combinaciones son varias. Un pacto entre PSOE e IU no es suficiente para tener la mayoría, que dependería de que se pusieran de acuerdo los independientes de ICAR, el PP y el PA. Esa combinación no es imposible, pero quien tiene la opción de decantar la balanza a un lado o a otro son los andalucistas. Pocas veces un solo concejal tiene tanto valor.
En Isla Cristina podría hacerse un máster de ciencia política, aunque de nuevo nos encontramos con Zamudio como uno de los ingredientes de cualquier salsa. El triunfo de los independientes de Antonia Grao está a expensas de varias combinaciones. Si Grao y Zamudio llegan a un acuerdo no hay nada que hacer para el resto.
En San Juan del Puerto son los independientes los que tienen la opción de hacer caer la balanza del lado del actual alcalde del PP o de los socialistas. E igual pasa en Villalba del Alcor, donde el PP podrá beneficiarse de la situación de debilidad y hartazgo que provoca la actual alcaldesa en los grupos de la oposición.
Y para que no falte de nada en este puzzle, añadan el nunca improbable voto a la contra, que es el que se produce no para gobernar sino para impedir que alcance el gobierno otra formación. En este caso apunten una localidad: Trigueros, donde ha ganado el PSOE en número de votos, pero se ha quedado con los mismos ediles que IU. El árbitro de este empate es el PP.
Por último apuntar un caso curioso: Rosal de la Frontera, donde la igualdad es tanta que PSOE, PP y PA han logrado los mismos concejales (3). Tiene más votos el PSOE pero un pacto de PP y PA es probable, con reparto incluido durante dos años de mandato para uno y otros dos para el otro.