(Texto: Juan José Reposo) Hola a todos, hoy quiero contar lo que me sucedió la semana pasada. Todo comenzó el lunes 8 de junio 2015. Cuando al llevar a mi hijo a la guardería veo un cartel “Al agua pato” que es como tipo de curso de iniciación a la natación durante el mes de junio para los peques de la guardería que están en último ciclo de infancia.
Recojo la inscripción de la guardería con la intención de inscribir a mi hijo de 2,5 años, pero decido llamar antes al Club de Natación Huelva que es quien lo imparte en la piscina municipal del Polideportivo Diego Lobato para informarme, ya que mi hijo tiene autismo. Pues bien, la persona con la que hablo al decirle que mi hijo es especial empieza a ponerme impedimentos del tipo no tenemos suficientes monitores, no están capacitados para atenderle, incluso le propongo meterme en el agua con mi hijo y tampoco. En definitiva, me dice que no puedo llevar a mi hijo con su grupo de guardería.
Lo inscribimos el martes 9 de junio de 2015 a pesar de la negativa del club, porque mi hijo tiene derecho a ir al igual que sus compañeros y no vamos a permitir que nadie lo discrimine.
El miércoles día 10 de junio lo llevamos a la clase de natación y un monitor lo metió dentro con todos sus compañero, solo minuto más tarde un individuo, por llamarlo de alguna manera, me trae a mi hijo mojado y mi dice “Te dije por teléfono que no” y me lo devuelve, como si mi hijo fuera un paquete. Un momento muy cruel. Mi hijo se agarraba a la puerta para evitar que lo sacara con un berrinche tremendo, llorando y pataleando. Hasta él mismo se dio cuenta y nos dijo “Bueno, vamos a dejarlo en la piscina un rato para que por lo menos no os lo llevéis con el sofocón”. Como alternativa nos da que vayamos a la dirección del club y expongamos el caso, que a lo mejor lo que pueden hacer es en otro horario dejarme entrar con mi hijo al margen de la clase en la que están sus compañeros, ahí apartado como si fuera un bicho.
Una verdadera vergüenza que en el siglo en el que vivimos aún se pongan limitaciones, barreras que impidan el desarrollo de las personas.
A esta gente del Club de Natación de Huelva se le has ha olvidado poner «No se admiten niños especiales», pero claro, no quedaría bien, mejor lo hacemos así de este modo para que no se entere nadie.
Nos sentimos impotentes e indignados por ello hemos decididos hacerlo público, para que todo el mundo lo sepa, ya que tienen un convenio con el foro de guardería infantiles y deberían estar preparados ellos y poner los recursos necesarios para la inclusión e integración y no para la exclusión y discriminación que han hecho con mi hijo.
1 comentario en «Carta al director: Discriminación del polideportivo Diego Lobato a un niño autista»
Buenos días: Quisiera aclarar los hechos que se relatan en la carta al director de fecha 15/06/2015, referente a la marginación de un niño en los cursos que nuestro club viene impartiendo durante el mes de Junio en las instalaciones del polideportivo municipal Diego Lobato.
En primer lugar diré que los cursos son impartidos por monitores y colaboradores del Club Natación Huelva, siendo nosotros los únicos responsables de la docencia y las pautas a seguir para la incorporación de alumnos al curso que en ningún caso está formado por un solo grupo de guardería, si no que lo forman alumnos de diferentes cetros onubenses. El Ayuntamiento de Huelva, colabora con nuestra entidad en la sesión de las instalaciones para el desarrollo de dicha actividad, no siendo en ningún caso responsable de los hechos acaecidos. Continuaré diciendo que la persona que atendió en todo momento al padre (Juan José Reposo),fui yo mismo (José María Rodríguez, presidente del Club Natación Huelva), y efectivamente el martes día 9 de junio, recibí una llamada de un señor que quería inscribir a su hijo en el curso que íbamos a impartir, me comentó que su hijo estaba diagnosticado como autista, a lo que yo respondí que lamentándolo mucho no podíamos admitir su solicitud ya que no teníamos personal especializado para tratar con ese tipo de dolencia y que al ser un grupo de nadadores de tan corta edad necesitaban una atención directa y no teníamos capacidad para dedicar uno de los monitores a su hijo exclusivamente, ya que el ratio establecido es de cuatro a cinco alumnos por monitor, no obstante le aconsejé que se pusiera en contacto con la asociación de ANSARES, que imparte clase en el mismo polideportivo los martes y viernes, para alumnos con discapacidades psíquicas y sensoriales y que si lo deseaba yo mismo podría facilitarle su número ya que me une bastante amistad con alguno de sus responsables, el me contesto que ya asistía a clase con ANSARES, pero que quería contar con un mayor número de sesiones y se ofreció a meterse en el agua con su hijo, le contesté que nuestro plan de docencia no permitía a los padres acompañar a los alumnos en el agua y que para eso podía dirigirse al curso de bebes con padres que se imparte en la instalación o bien hacer uso de de las calles de nado libres que se habilitan en la misma todas las tardes para padres e hijos y que de hacerlo así a mi no me importaría darle las pautas necesarias para que pudiera llevarlas a cabo en la enseñanza de su hijo.Cual fue mi sorpresa cuando el primer día de clase veo que se presentó allí con el niño que sin encomendarse a nadie salió corriendo para lanzarse al agua el solo, lo cogí y se lo entregué a sus progenitores y volví a darles las mismas explicaciones que por teléfono y ante el sofocón que se estaba llevando el niño, decidí meterlo unos minutos en el agua conmigo para que se tranquilizará ya de paso comprobé que carecía de autonomía en el medio incluso con la ayuda de material auxiliar por lo que necesitaba atención expresa, al cabo de unos minutos cuando ya estaba calmado se lo devolví a su padre y de nuevo le reiteré mi ofrecimiento y que lamentaba mucho no poderlo atender como se merecía ya que me siento muy vinculado a este colectivo, mi propio ahijado padece síndrome Dawn y yo mismo hace dos años realicé el ascenso del Guadiana a nado (34 Km), para recaudar fondos para la asociación de autismo en Huelva ANSARES, desde el Club Natación Huelva nos ponemos en la piel de esos padres que se encuentran desesperados por que no encuentran un trato igualitario para con sus hijos, pero no está en nuestra mano poder atender a dichos colectivos, aunque siempre podrán contar con nuestro apoyo, asesoramiento y solidaridad.