(Texto: Paco Velasco) Si una provincia española es líder, fatídico protagonista, en carencia de conexiones por tierra, mar y aire, no cabe duda que tan desprestigiado honor recae en Huelva. Carencia que lastra el desarrollo económico del territorio.
Ya es una vergüenza que para ir a Sevilla, el tren emplee noventa minutos en recorrer los noventa kilómetros que separan a ambas ciudades. Ya es un ultraje que para alcanzar Badajoz, haya que enfrentarse al dilema de la N-435 o de la A-49, soportando la peligrosidad de la primera o arriesgándose a la absorción en el embudo de la segunda. Ya es humillante el desplazarse a Cádiz por el peaje sevillano en vez de acogerse a la proximidad del conducto perimetral de Doñana. Estas deficiencias son, ayer por ayer, hoy por hoy y mañana por mañana, abyectas, obscenas y degradantes.
En este orden de cosas, la degradación, la obscenidad y la abyección se encarnan en los términos de descaro, cinismo e indignidad que adornan a los mandamases, políticamente teledirigidos, de la llamada Agrupación de Interés por las Infraestructuras. Pero sin son distintas ramas del mismo palo del PSOE S.A. Si nos referimos al Puerto de Huelva, la señora De Paz. Si la Diputación, el caballero Caraballo. Si la alcaldía de la capital, el ilustre señor Cruz. Que el Consejo económico y Social, más de lo mismo. Y si atendemos a la filiación del secretario provincial de la UGT, qué les voy a decir. Que el partido de estas personas lleva gobernando cuarenta años en Andalucía y otros veinte en el estado español.
A título de ejemplo, el pasado año, el Consejo Económico y Social evacuó un dictamen al respecto en el que cifraba en mil millones de euros –más o menos lo desaparecido en los ERE- el déficit en infraestructuras. Pues bien: dónde el interés de la agrupación reclamando a la Junta de Chaves, Griñán, Viera, Zarrías y demás imputados del partido actuaciones tendentes a rellenar el vacío de comunicaciones terrestres. Ya no hablo de navegación marítima ni aérea. En qué momento la Diputación ha movido ficha en los gobiernos de Felipe y de Zapatero exigiendo responsabilidades. Nadie se sonroja por tanta expresión de bochorno galopante. El lastre del baldón institucional onubense se cita en las coyunturas electorales de gobiernos del PP.
En tiempos de Aznar, los psoecialistas montaron un guirigay de dos pares con motivo de la Nacional a Badajoz. Al cabo, en pleno gobierno del innombrable del Plan E, las urgencias dejaron de ser tales. Las protestas fueron abandonadas en la cuneta del vilipendio partidista y pasaron al estado de hibernación necesario hasta una nueva llegada de la derecha al poder. A Rajoy, otro que tal, que miente más que habla, los del grupito interesado lo están poniendo a parir. Pero entre unos y otros, la casa sin barrer y la doméstica de la señorona Sevilla prosigue limpiando el suelo de rodillas con la aljofifa en la mano porque ni derecho a palo de fregona tiene.
Uno se pregunta qué gestiones ha realizado la muchachada del Interés ante el propio alcalde Cruz, el privado presidente Caraballo, la misma autoridad portuaria De Paz, o la ínclita jefa juntera máxima doña Susana. Pero si ellos ocupan las administraciones locales y regionales, por qué no se autosolicitan ayudas inmediatas para reparar el oprobio y por qué no consignan en los presupuestos públicos las progresivas inversiones en este campo yermo. Cómo que por qué, señor Velasco. Porque predican, pero de trigo, ni un celemín. Porque el púlpito no hace del monje un orador. Porque la demagogia de muchos dirigentes del PSOE sólo es equiparable a la indecente participación de sus colegas del PP en operaciones financieras de escándalo. Porque la gente de Huelva somos así y no de más carne. Y porque como los del Interés por las Infraestructuras conocen el paño, pues, hala, nos venden a precio de seda natural, lo que no es sino estopa, basta arpillera destinada a confeccionar sacos o a cubrir, otrora, los cuerpos de los más pobres del lugar.
Infraestructura e inframundo. Que seamos mansos no significa que tontos. Sigan abandonando las infraestructuras y desdeñando el progreso de Huelva, pero, por favor, déjense de propaganda vergonzante en sentido contrario a las agujas del desarrollo. Hagan el favor.
1 comentario en «TERETES.
Infraestructuras.
[Paco Velasco]»
muy, muy bueno.