Una noche más, las puertas de la Casa Hermandad del Rocío de Isla Cristina se abrieron para el canto de la salve al Simpecado a las doce de la noche. Una noche que congregó a muchísima gente alrededor de la plazoleta San Francisco para guardar silencio cuando al toque de la campana se anunciaba la oración cantada.
Y llegó el momento en que el grupo «Aromas de la Rocina», de La Palma del Condado, emocionó de una forma muy especial a todos los hermanos allí congregados al interpretar la salve de la hermandad isleña, obra de José Antonio Monclova Rodríguez.
Como es habitual, siguieron con cuatro sevillanas dedicadas, cómo no, a la Virgen del Rocío. Pero la gente pedía más, así que Fernando y José Manuel interpretaron una plegaria que arrancó las palmas de todos los presentes.
En definitiva, una noche más en la que se vivió por cada rincón de la hermandad y de la plazoleta un «ratito de Rocío».