El Sindicato de Enfermería (SATSE) de Huelva ha denunciado el «oscurantismo» con el que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) viene realizando del dinero público a través del Complemento al Rendimiento Profesional (CRP), cuyo primer plazo se ha abonado en la última nómina. En concreto, SATSE advierte de las dificultades para fiscalizar el pago de este complemento por la falta de transparencia del SAS a la vez que denuncia que siguen primando a los cargos directivos que reciben calificaciones de 10, muy por encima de la media de su unidad, con pagas que superan en ocasiones los 10.000 euros.

Según recuerda SATSE, el CRP corresponde a objetivos cumplidos en el ejercicio anterior y, en esta ocasión, el SAS ha fraccionado el pago en dos partes, en las nóminas complementarias de junio y septiembre, que se cobran al final de los meses de julio y octubre respectivamente. El CRP forma parte de la masa salarial global del personal del SAS y hasta el año 2011 se abonaba una paga única en junio. Ya en 2012 se fraccionó el pago en siete plazos y el pasado ejercicio en tres, en las complementarias de marzo, abril y junio.

En este sentido, el Sindicato de Enfermería explica que en la información que traslada el SAS a las organizaciones sindicales no se especifican entre otras cosas los datos ni por unidades, ni categorías profesionales ni los tipos de vinculación contractual, siendo lo profesionales eventuales los grandes perjudicados.

Premios a los cargos

Para el Sindicato de Enfermería, también es llamativo como puede observarse que las valoraciones de los cargos intermedios como regla general son altísimas en el cumplimiento de objetivos individuales, dándose el caso de que en la provincia de Huelva los directores de las Unidades de Gestión Clínica del Área Materno-Infantil y Área Quirúrgica del Complejo Hospitalario han recibido una valoración de 10 a pesar de que la nota que sus unidades han obtenido como equipo puntuaciones que no llegan al 7.

No se entiende entonces, apostilla SATSE, cuales son los objetivos que se les marca a estos cargos intermedios donde sus unidades obtienen una puntuación media y ellos en cambio una puntuación tan alta, conllevando esto una cantidad de productividad elevada respecto a los propios compañeros de la unidad, circunstancia que está generando gran indignación entre los profesionales por la falta de información sobre los objetivos de las unidades e individuales y sobre las forma en que se fijan las notas y el reparto.

De hecho, el Sindicato de Enfermería desconoce quién evalúa a estos cargos intermedios de la misma forma que desconoce los objetivos que se les asigna a los mismos pero, a pesar de esta opacidad en el reparto, el SAS continúa repartiendo grandes pagas en concepto de productividad con cifras que oscilan, por ejemplo, entre los 4.000 euros de un coordinador a los más de 10.000 euros que perciben directores de Unidades de Gestión Clínica.

Unidades no asistenciales

De otro lado, SATSE denuncia que se está primando en el reparto del complemento a las unidades de gestión que no realizan labores asistenciales, tales como las de Logística y Compras, que obtiene la nota más alta con un 9.80, Análisis y Evaluación de Profesionales (9) o Secretarias de Dirección (9), frente a la nota media de las unidades asistenciales a las que además se les aplica un factor de corrección dejando la media por debajo de 7.

Mientras, la Administración, acusa el Sindicato, permite el deterioro de la sanidad pública andaluza, con medidas, entre otras, como el cierre de camas y de servicios en época estival, la contratación al 75 por ciento, el mantenimiento de las plantillas deficitarias, la ausencia de la devolución correspondiente a la paga extra 2012, poniendo en riesgo la atención que recibe el paciente en beneficio económico de los directivos de los centros del SAS y de los directores de Unidades de Gestión Clínica.

Para el Sindicato de Enfermería es indecente que se primen las tareas no asistenciales en un sistema sanitario, y, como así viene denunciando de manera reiterada, que los cargos continúen percibiendo unos incentivos que deberían estar destinados a la recuperación de los derechos y condiciones laborales de los profesionales sanitarios, y a garantizar el sostenimiento de la sanidad pública andaluza, la cual presenta síntomas de estar cada vez más mermada.