Uno de los efectos más negativos que ha tenido la crisis económica de los últimos años es que todos, casi sin excepción, hemos apurado nuestros vehículos al máximo y hemos ido aplazando su cambio por uno nuevo en espera de que la tormenta amainara y la situación económica se fuera estabilizando.
Los datos oficiales de la DGT muestran como España es el país de Europa con el parque móvil más viejo de Europa. La mitad de los vehículos que circulan por nuestras carreteras cuentan con más de diez años a sus espaldas.
El parque móvil en España ha ido envejeciendo de manera paulatina y los expertos en seguridad están alertando de los inconvenientes que esto acarrea, tanto por el aumento de las averías como, sobre todo, por el incremento de la accidentabilidad en las carreteras. Desde 2010 hasta el inicio de 2014 se redujeron un 16,5% los accidentes de tráfico, lo que supone 474.000 accidentes menos. Sin embargo, en 2014 se invirtió la tendencia y se registraron 42.000 accidentes más que en el año anterior. Así lo señala el «Estudio de la evolución de la siniestralidad vial en España» de la Fundación Mutua Madrileña.
Aunque la cifra de fallecidos ha ido en descenso, los heridos en accidentes de tráfico han aumentado un 1´8% llegando a los 10.268 heridos, y el número de atropellos ha crecido un 15%.
Los datos macroeconómicos del pasado año y especialmente los de este hacen albergar fundadas esperanzas de que hemos dicho adiós a la temida crisis que nos ha golpeado y la actividad económica ha vuelto a repuntar con cierta solidez y fuerza.
Somos muchos los que llegado este momento hemos comenzado a pensar en vender el coche. Yo he comenzado a pensar seriamente en vender mi coche y como yo miles de españoles están sopesando la mejor manera de deshacerse del vehículo que hemos tenido durante los últimos años y al que hemos alargado su vida útil más allá de lo que hubiéramos querido.
Sin duda, nos encontramos en el momento en el que muchos estamos pensando: quiero vender mi coche. Y al mismo tiempo estamos con la gran duda de qué hacer para venderlo, si poner un anuncio, si acudir al concesionario donde podríamos comprar el nuevo o si utilizamos alguna de las páginas que compran coches por Internet.
De las tres posibles maneras de vender nuestro vehículo si yo tuviera que recomendarte una no tendría duda y elegiría la tercera. La venta entre particulares acarrea más dolores de cabeza de lo que uno pueda llegar a imaginar, entre papeleo y quejas o reclamaciones del comprador. La opción de entregar el vehículo en el concesionario nos evita esos problemas, aunque debemos tener en cuenta que por lo general el precio que nos ofrecen suele ser más bajo que el que podemos obtener por las otras dos opciones.
La tercera de las posibilidades conjuga las ventajas del concesionario, pero además ofrece la posibilidad de que el precio sea sensiblemente mejor. Si quiero vender mi coche tan solo tengo que entrar en internet dar unos datos y tendré una valoración inmediata, que se concretará posteriormente de una manera fiable, sencilla y, por encima de todo, profesional.
Si quiero vender mi coche y conseguir un precio justo lo mejor es acudir a una empresa especializada a través de Internet que tenga referencias en el mercado y nos dé absoluta fiabilidad.
Las odiosa crisis comienza a ser cosa del pasado más reciente, nuestro coche necesita que lo cambiemos por nuestra propia seguridad y la de nuestra familia, por lo que tan solo nos queda un paso que dar, vender el coche al que tanto cariño hemos cogido pero que tantos problemas nos comienza a dar.
