(Texto: Jordi Querol) En estos momentos, la mayoría de los que quieren la independencia de Cataluña están absolutamente convencidos que si el día 27 de Septiembre logran la mayoría absoluta de diputados (escaños) en el Parlamento de Cataluña tendrán derecho a declarar su independencia. Desde mi punto de vista y, aplicando tan solo el sentido común, considero que para medir un episodio de tal envergadura social, económica y política, no se pueden usar las mismas reglas que normalmente se han aplicado en las votaciones autonómicas normales. Hace un par de años muchos políticos, un sinfín de buenísimos articulistas, y una gran variedad de conocidos tertulianos televisivos así lo manifestaban. Decían que con menos del 65% de los votos no se podía ir a ningún lugar. Hoy, muchos de ellos, por razones de oportunismo, ya lo han olvidado.
Creo sinceramente que este importantísimo asunto, o sea, el denominado ‘proceso catalán’, necesita una mayoría de votos significativo, es decir, un número de votos sustancial. ¿Puede un pueblo declarar su independencia si solo aspiran a ello el 42, 43 o quizás el 44% de los votos de un número de ciudadanos que no llega al 70 % del censo? A mí me parece que no, fundamentalmente porque, en caso de aceptarse, provocaría, entre otros desencajes una fractura social de cierta envergadura. Un grupo de estas dimensiones no puede marcar el futuro del resto de ciudadanos que es más numeroso. Tengo la impresión que el número de votos independentistas que se registrará la noche del próximo día 27 oscilará entre el 43 y el 44.5 % de los votos emitidos. Todos son conciudadanos, a algunos los admiro mucho, con una buena parte de ellos comparto un sinfín de ideas y, muchísimos son amigos míos de verdad, sin embargo, a la hora de identificar la mayoría refiriéndose a escaños creo que no es justo, o sea, que se equivocan rotundamente.
Insisto otra vez, si el tema es singular, y política y socialmente es determinante, el número de votos ha de ser substancial, que quiere decir, importante, significativo, demostrativo, manifiesto, evidente, indiscutible y notable. Otra cosa es saber con rigor lo que esto significa en números (78, 71, 67, 62, 50%,…). Según mí entender y, naturalmente, a partir de votaciones con la presencia activa de más de la mitad del censo, se tendrían que emplear números variables, es decir, a más votantes el tanto por ciento aplicable iría disminuyendo aplicando la siguiente fórmula: El tanto por ciento variable multiplicado por el número real de votantes debería ser igual a la mitad del censo de votantes más uno.
El próximo día 27 de Septiembre de 2015, cuando se vea que al otro lado de ‘Junts pel Sí’ y de la CUP (que juntos pueden ganar las elecciones sin sobrepasar el 45 % de los votos emitidos) no existe ninguna posibilidad de alternativa común y, Cataluña, entre en una fase muy difícil y complicada, entonces, políticos, sociólogos, matemáticos y juristas tendrían que estudiar y desarrollar urgentemente la fórmula que acabo de exponer (una primera aproximación absolutamente intuitiva). Si se logra una fórmula inteligente y sensata y, a partir de ella, se ve con claridad que realmente existe en Cataluña una mayoría significativa de independentistas, los contrarios, o sea, el estado español tendrá que ir adaptándose (Referéndum, nueva Constitución, etc.) y, en el futuro, también la podrían usar escoceses y canadienses.
“Desde Barcelona“ JORDI QUEROL
2 comentarios en «DESDE BARCELONA.
Votos, escaños y mayoría (1).
[Jordi Querol]»
Un artículo lleno de sentido común, aunque desgraciadamente no parece que la situación en Cataluña camine por el sentido común, ni por una parte ni por la otra.
EN LOS REFERENDUMS SE CUENTAN LOS VOTOS.
EN LAS ELECCIONES SE CUENTAN LOS ESCAÑOS.
SI NO SE PUEDE HACER UN REFERENDUM NO PODEMOS CONTAR VOTOS POR LO QUE AL HACER UNAS ELECCIONES CONTAREMOS ESCAÑOS.
ASI DE CLARO.
LO DICE UN CATALAN QUE HA ESTADO 50 AÑOS EN HUELVA, HASTA HACE MENOS DE 2 AÑOS.
EL DIA 28 SERA OTRA ERA PARA LOS CATALANES Y ESPAÑOLES.