La Guardia Civil ha intervenido en Ayamonte alrededor de 192 kilogramos de merluza de talla inferior a la autorizada, y ha propuesto para sanción al propietario de la empresa que lo almacenaba como presunto autor de varias infracciones a la normativa de pesca marítima, de Impuestos Especiales y Sanidad.
Según ha explicado este sábado la Benemérita en una nota, las actuaciones se han llevado a cabo dentro de los diferentes dispositivos operativos que se desarrollan en la provincia de Huelva por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que realizan labores para evitar la captura y comercio de pescado inmaduro.
El pescado inmaduro se encontraba en un almacén dedicado a la venta de productos pesqueros en la mencionada localidad de Ayamonte, donde los agentes de la Guardia Civil hallaron ejemplares de merluza de unos 18 centímetros, que, de esta manera, no superaban la talla reglamentaria de captura en el Golfo de Cádiz, que está establecida en 27 centímetros, todo ello distribuido en un total de 32 cajas.
Además, la mercancía «carecía de documento alguno que garantizara su procedencia», y tampoco tenía etiquetado, según la Guardia Civil, que por ello ha levantado «las correspondientes actas de infracción a la normativa de pesca marítima» y ha intervenido el pescado, que ha quedado a disposición de Inspección pesquera de la Junta de Andalucía.
Una vez realizados los controles que garantizan su consumo, la merluza ha sido entregada a centros de beneficiencia, y para el supuesto infractor se propone «una sanción de 60.000 euros cada uno por el órgano competente».
Desde el Instituto Armado subrayan que «la pesca de inmaduros afecta gravemente al sostenimiento de los caladeros y al futuro del sector pesquero, así como a la salud de quien los consume, ya que este pescado no pasa ningún tipo de control sanitario en lonja, además de que muchas veces se transporta y manipula de forma no adecuada».