Algo más de 20 millones de personas tienen un seguro de decesos en nuestro país. Los seguros de decesos están fuertemente arraigados en la tradición familiar española, que ha encontrado en este modalidad la mejor manera de estar –nunca mejor dicho—seguro ante la fatalidad de que morir es algo consustancial al ser humano.
Fuentes de asociaciones del sector del seguro, como ICEA o UNESPA, cifran en un 60% el número de servicios funerarios en nuestro país que tienen detrás la salvaguarda de los seguros de decesos. Tras el seguro obligatorio de vehículos, el de decesos es el más extendido en España, de manera que puede afirmarse sin duda alguna que nos encontramos ante el seguro no obligatorio con mayor aceptación en nuestra sociedad.
¿Quién no se ha sentado a pensar en su futuro y, sobre todo, en qué sería de su familia en el caso de que le ocurriera un accidente o incluso llegaras a fallecer? No es un pensamiento fácil de asimilar pero demuestra lo que valoramos a nuestro entorno familiar.
Pensar cuando se está en buenas condiciones físicas y mentales en un accidente improbable o en algo que nos ocurrirá a todos dentro de no se sabe cuántos años es complicado, pero hacerlo denota el aprecio que se siente por los tuyos y por uno mismo.
Todo el mundo ha oído hablar en muchas ocasiones de situaciones que parecían inverosímiles de amigos, familiares o simplemente conocidos, pero que han acabado por hacerse realidad. Lo mejor para todos estos casos es estar preparado. Y nada mejor que tener un buen seguro de decesos.
Uno de los principales atractivos de los seguros de decesos, y de ahí su arraigo en nuestro país, es que solventamos, poco a poco, en cómodas cuotas, el tener que hacer un desembolso importante de una vez. El coste medio de un sepelio en la actualidad ronda entre los 3.000 y los 3.500 euros. El hecho de que el asegurado lo está desde el primer recibo que abona es un dato muy a tener en cuenta.
Otra de sus ventajas es que con los mismos evitamos muchos problemas, muchos papeleos, muchas molestias, que son muy inconvenientes cuando nos encontramos en un momento especialmente doloroso y emocionalmente algo más que complicado.
El seguro de decesos nos permite olvidarnos de todo y centrarnos en lo que es realmente importante. De lo demás se encargará la empresa con la que hayamos contratado.
Por último, es importante saber que los seguros de decesos deben tener unas garantías básicas para que sean realmente buenos, como el servicio fúnebre, el traslado completo del asegurado fallecido, la asistencia en viaje para los asegurados, incluso una buena asistencia médica y orientación familiar.