(Texto y fotos: José Luis Rúa) Durante estos días se está celebrando en la Escuela Básica de segundo y tercer ciclo Infante D. Fernando, de Vila Nova de Cacela, en Portugal, la Semana de la Lectura, haciendo especial hincapié en la poesía. Y esa ha sido la razón por la cual los Poetas del Guadiana, han sido invitados a participar en unas actividades poéticas que motivaran a los alumnos a la vez que les acercaban a este movimiento nacido en tierras del Bajo Guadiana, en ambas orillas.
Augusto Lourido, profesor jubilado, hizo la presentación del resto de compañeros a la vez que defendió la necesidad de utilizar el libro como herramienta de formación. Logicamente utilizó la poesía como arma para enfrentarse a la apatía y como elemento capaz de crear hábitos de lectura y de interrelación entre los propios jóvenes. Ana Francisco se movió como pez en el agua y no solo captó la atención de los jóvenes, sino que les trasladó a la creación visual de un poema improvisado. Antonio Cabrita por su parte, desmenuzó las razones que llevaron a este colectivo a unir sus fuerzas y sus creaciones, para hacerse presentes no solo en tierras del Bajo Guadiana, sino mucho más allá de sus fronteras. También leyó alguno de sus poemas y fue capaz de arrancar la sonrisa en estos críos sorprendidos por la naturalidad de unos profesores improvisados.
Clemen Esteban sorprendió a todos al mostrar no solo su creación poética para adultos, sino su trabajo poético con críos de corta edad. Sus ilustraciones, sus poemas del tamaño de los críos a quienes van dirigidos y su talante, le hicieron atraer a los alumnos de los diversos cursos que pasaron por la biblioteca. Finalmente Ruanacher, profesor jubilado y muy dado a los encuentros con jóvenes, supo captar su atención para hablarles de los objetivos que mueven a los Poetas del Guadiana, a su andadura en el tema de la edición y a saber interpretar la creación para ofrecerla a través del libro en manos de los ciudadanos.
Los alumnos presentes también fueron capaces de leer alguno de los poemas almacenados en distintas publicaciones de los Libros del Estraperlo, a leerlos y a interpretarlos, a saborearlos y a querer llevárselos a casa de cualquier de las maneras posibles. Y finalmente, fueron los alumnos de la clase de música de ese momento, quienes ofrecieron a los visitantes un par de temas con la flauta que agradó y sorprendió. Una jornada sumamente interesante y que pone de manifiesto una vez más, la filosofía de actuación de estos poetas esparcidos por las tierras del Bajo Guadiana. Felicidades.