(Texto y fotos: José Luis Rúa) Da la sensación que se van abriendo las ventanas de los artistas de nuestra ciudad, tal vez porque se percibe por los sentidos el asomo de las sensaciones de una primavera que hacía mucho que no teníamos. Pero fiel a las reglas del tiempo, el calendario está mudando de color, el reloj ha anunciado que modificará su marcha a la vuelta de unos días y que los espacios públicos se nos comenzaran a ofrecer con sus mejores vestidos.
Por eso, es que dejé asomar mi curiosidad, primero por la ventana del estudio de una mujer que está aposentada en los más alto de la ciudad y porque intuía que sus trabajos estaban despertando ante la claridad del nuevo día y segundo, accediendo directamente a su hospital de imágenes y lienzos enfermados con el paso de los años. Carmen Sánchez Ruda, de manera silenciosa como suele ser ella, ha estado todo este tiempo preparando algunas imágenes que van a procesionar por nuestras calles en unas horas. Carmen es restauradora, de gran solvencia y con un nombre ganado a golpe de talento, como ha venido demostrando en cuantos trabajos ha metido su sapiencia.
Efectivamente, ha restaurado dos imágenes que van a procesionar el próximo martes en el paso de la Sagrada Lanzada. San Juan, con quien ha estado trabajando dos meses y a quien ha tenido que sellar las grietas, así como reforzar la peana colocándole unas varillas de acero que reforzaran su estabilidad. Ha hecho una magnifica limpieza de la policromía y ha puesto a punto los brazos articulados. Por su parte a la imagen de la Magdalena a la que ha dedicado dos meses y medio de trabajo, para colocarle una nueva policromía en la encarnadura del rostro; ha repasado y tallado el cuerpo en madera de pino a la vez que le ha puesto nuevos brazos articulados y le ha ampliado el cabello. Una restauración que los ayamontinos podrán disfrutar en tan solo unos días.
También ha estado ocupada en dejar en las mejores condiciones una imagen Dolorosa de San Silvestre de Guzman, con la que ha estado entregada en cuerpo y alma durante un mes de manera intensiva. Se ha ocupado de sellar las grietas que tenía, ha reparado los desperfectos de panes de oro a la vez que colocó un perno para la corona y fijaba la imagen a una nueva peana más ampliada en su base, que permita a la misma procesionar en breves fechas. Finalmente ha dado una limpieza muy especial a la túnica y manto, para dejar la imagen en las mejores condiciones. Este trabajo ha sido una petición personal que le hizo el sacerdote de la localidad.
Y fuera de estas fiestas que se avecinan de la Semana Santa, Sánchez Ruda ya tiene sobre la mesa de trabajo la talla de Santa Teresa de la Ermita de San Antonio de Ayamonte, para hacer un trabajo que permita presentar la misma, en las mejores condiciones. Pero todo ello además, acompañado de las obras sobre lienzo de bodegones, paisajes, jardines o flores que está acometiendo en estos momentos con la intención de presentar una exposición para este verano, junto al también pintor ayamontino, Manolo Martínez.
Carmen Sánchez Ruda mantiene su ritmo de trabajo a lo largo de todo el año, buscando no solo recuperar aquello que está dañado, sino creando nuevas obras que le den la satisfacción de hacer lo que más le gusta, restaurar y pintar.